1. Un juego no tan inocente y peligroso


    Fecha: 22/12/2020, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... Ximena y en ocasiones me pregunto en que andará ahora, solo espero que lo que hicimos no la haya afectado demasiado, al menos no de manera negativa y deseo de verdad que esté bien y que sea feliz y sobretodo, que haya encontrado su lugar en la vida, actualmente ha de tener unos 22 años de edad, en esos días se portó conmigo increíblemente pervertida, pero no olvidaba que yo lo había permitido y provocado, yo debí ayudarla y orientarla en un aspecto más positivo ante su evidente confusión sexual y no haber alentado y fomentado desviaciones, impulsos y deseos que no estaba capacitada para entender o asimilar a esa edad aprovechándome de su inexperiencia, aprendí mi lección y algo así no volvió a repetirse, pero cierto día, mi esposo se encontraba en casa cuidando a los niños, cuando llegué de trabajar, me dijo que una muchacha joven y muy guapa había ido a buscarme a la casa, cuando me interesé por los particulares de la persona, mi esposo no supe decirme gran cosa, la muchacha no quiso darle su nombre, ni algún otro dato con el que yo pudiera comunicarme, cuando mi esposo le preguntó el motivo por el que me buscaba o algún recado que pudiera dejarme, la enigmática mujer simplemente se marchó, por la naturaleza de mi trabajo mucha gente suele acudir a mí, pero había algo raro en esa persona que no supe definir. Obviamente la mujer nunca regresó ni intentó comunicarse, no puedo asegurarlo ahora , pero imaginé que pudiera tratarse de alguna persona de mi pasado aunque no era muy ...
    ... seguro, obvio que no podía decirle absolutamente nada a mi marido, por lo que me encogí de hombros restándole importancia, hoy tengo amigas lesbianas y a algunas les conté esta misma historia, incluso con detalles aun peores y se mostraron sumamente tolerantes y comprensivas, creo que todo era porque aun me sentía un poco mal por haberme convertido en la puta sucia de una mocosa precoz, yo que solìa ser una chica coqueta, super femenina, segura de mi misma, y con muchísimo pegue con los hombres, con la llegada del internet supe que la ingesta de orina como fetiche sexual por parte de algunas parejas (no solo las lesbianas) en todo el mundo es relativamente común y eso hizo que me sintiera menos mal, descubrí que le llaman “lluvia dorada” pero igual pensaba que ningún ser humano digno debe permitir que lo degraden así, aunque cada quien sus gustos y aficiones, después entendí que todos los seres humanos experimentamos curiosidad y morbosidad por esos temas, al menos una vez en nuestras vidas, ya saben, dominar y ser dominado, y yo debía estar agradecida con la vida misma por haberme permitido pasar por esa etapa con relativo éxito, ahora sabía bien lo que quería y lo que me gustaba y lo que no, y nunca más volvería a experimentar algo así, no me avergüenzo de mi ahora pero esas son cosas que deben hacerse y experimentarse solo una vez en la vida, las mujeres no eran lo mío y yo no volví a someterme a los deseos y caprichos de ninguna otra persona ni a complacer a nadie màs a ...