1. Anita de tus deseos (capitulo 5)


    Fecha: 25/11/2020, Categorías: Anal Autor: cleversex, Fuente: CuentoRelatos

    ... alquiladas: sacamos más de seis mil euros al mes.
    
    —Y entonces ¿cuándo me traigas el listado me pongo a buscar?
    
    —Sí. Lo ideal sería unifamiliar, no muy grande, con jardín, con sótano, y muy importante: comunicado por metro con el centro. Así no me llevo el coche.
    
    —¿No te hace falta en el banco?
    
    —Para nada: cuándo tengo que salir a visitar a algún cliente voy con un conductor del banco. Y vamos a dejar la charla que se me está poniendo dura solo de pensar en el polvo que te voy a echar.
    
    Me levante automáticamente y entre en la autocaravana mientras papá plegaba la mesa y las butacas y las guardaba. El interior estaba caldeado y se notaba mucho calor al entrar desde el frío del exterior. Cuándo papá entró, yo ya había desplegado la cama y me encontraba desnuda sobre ella. Se quitó la ropa y de uno de los armarios sacó una bolsa de deporte. De su interior sacó muñequeras y tobilleras de cuero y una mordaza hinchable. Me puso las tobilleras y las muñequeras y se tumbó a mi lado. Me abrazó y me estuvo besuqueando por todas partes: creo que no dejó un solo centímetro mío sin besar. Cuándo llegó a mis pies unió las tobilleras con un mosquetón. Después se centró en mi boca mientras me sujetaba las manos a la espalda con las muñequeras. Estuvo mucho tiempo peleando con mi lengua, mordisqueándome los labios al tiempo que movía el plus de mi culo. Con el deseo disparado intentaba atrapar su lengua con mis labios, con mis dientes y eso me ponía más cachonda si cabe. Cuándo ...
    ... me tocó el chocho con la mano me corrí automáticamente. Papá siguió con la boca pegada a la mía respirando mis gemidos. Notaba su polla firme, enorme, rozándome en vientre mientras seguía besándome, y la anhelaba, deseaba que me la metiera hasta el fondo y me partiera en dos. Cómo si me leyera la mente, me soltó las manos, se separó y unió las muñequeras con las tobilleras. Me colocó bocabajo y me quedé con el trasero en popa. Noté cómo me introducía un par de dedos en la vagina, vi, y sentí, a través de mis piernas cómo con el pulgar me estimulaba el clítoris. Igual que si hubiera dado a un interruptor volví a correrme y a berrear mientras entre mis piernas veía poderosa la polla de papá dispuesta a ensartarme. Y lo hizo. Después de lubricarla me la introdujo lentamente hasta que la mitad estuvo dentro. Empezó a bombear y con cada embestida iba entrando más. Notaba la presión contra el fondo de la vagina cuándo papá metió la mano por debajo y empezó a estimularme el clítoris. Mientras chillaba cómo una demente con el nuevo orgasmo, noté cómo papá se derramaba en mi interior abundantemente. Desde que empezamos la relación, hace poco tiempo la verdad, es la primera vez que está tanto tiempo sin follarme: hoy, por el viaje, no ha habido sesión de tarde.
    
    El resto del finde también fue genial. El sábado, polvo mañanero, excursión por las cumbres de Peñalara con polvo silvestre incluido, y regreso a la autocaravana para cenar, follar y dormir. El domingo lo mismo, pero por la ...
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