1. Llenando las expectativas de Alexandra


    Fecha: 07/08/2020, Categorías: Voyerismo Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... que dice:
    
    - Si mi amor, todavía sigo de compras… aquí comiéndome uno de esos hot dogs, que tú sabes que me gustan.
    
    Quizá hablaron por unos cinco minutos más o menos y donde ya había comenzado a pompear el culo de esta linda chica que ya casi se le salía un gemido cuando hablaba con su marido. Ella ha seguido el ritmo muy bien con sus caderas, pero creo que le excita el hecho que a medida que mi verga sale y vuelve a entrar a su rico culo, le he comenzado a apretar uno de sus pezones. Jadea y gime de placer cuando ya mis embestidas son más violentas y que ensanchan las paredes de tan rico culo. Ella solo dice: Así Tony, así, así… que rico Tony, así está bien cariño.
    
    No sé si me lo dice por el apretón a su pezón o por sentir mi verga que se hunde hasta ella sentir el choque con mis huevos. Pienso cambiar de posición y ponerla en cuatro, pero ella comienza a jadear más intensamente y ahora si me dice que le apriete su pezón y yo no solo hago eso, pues ya que hemos encontrado un ritmo, me hago del otro pezón y ahora le taladro con buenas embestidas el culo y sus dos pezones sienten el estímulo de las yemas de mis dedos. Sigo y sigo con lo mismo y ahora sin ningún jadeo ni gemido, Alexandra me cubre con sus manos las manos que le aprietan sus dos erectos pezones y ahora la culeada es frenética y solo grita con tremendo gozo: ¡Me corro Tony, me corro!
    
    Su orgasmo fue sensacional y creo que Alexandra había encontrado y descubierto algo que solo tenía en su ...
    ... imaginación. Jadeó y gimió con una respiración profusa que se extendió por unos tres minutos y aquellos movimientos y su mirada que me dio con unos ojos azules me hicieron acabar adentro de su rico culo. Le saqué la verga después de cinco minutos de haberme ido. Vi cómo le había sangrado el culo y como su sangre se mezclaba con el líquido blanco de mi esperma al salir de excitante orificio. Ella se asustó al limpiarse en el baño, pero tomó tranquilidad al explicarle que era natural su sangrado.
    
    Había llenado sus expectativas, y después de otra faena donde la puse en cuatro dándole por su tortita, Alexandra explotaba con su cuarto orgasmo del día y yo eyaculaba por tercera vez. Nos hemos dado un baño caliente y he visto cómo se vuelve a maquillar y ponerse un calzón no menos excitante que el que le quité. Ella ve como me meto ese bikini color azul marino mojado, lleno de sus jugos vaginales en el bolsillo de mi traje y me dice:
    
    - ¿Otro de sus trofeos verdad?
    
    - ¡Solo otro de mis buenos y exquisitos recuerdos!
    
    - ¡Imagino tiene muchos!
    
    - Algunos. –le dije.
    
    Salimos de aquel motel a eso de la una de la tarde, nos hemos despedido con un beso en la boca y le he preguntado:
    
    - ¿Crees que se volverá a repetir este encuentro?
    
    - Me temo que sí. – me dijo.
    
    Esa misma tarde recibo un correo electrónico de Karla, para hacerme una confesión. Karla no existe, es solo el nombre de un correo electrónico que Alexandra creo para afrontar ese sentido directo de pena y conllevar su ...
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