1. 53.1 Un enfado, una reconciliación


    Fecha: 07/07/2020, Categorías: Hetero Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... chupando.
    
    Sus cojones colgaban soberbios dentro de su bolsa entre sus muslos, los acaricié con mi mano izquierda y me los llevé a la boca, estaban ligeramente sudados y su sabor era delicioso.
    
    Utilicé mi soberbia capacidad para tragar verga y me la metí entera en la boca, llevé mis manos a sus nalgas y empuje de ellas pidiendo que me follara y así estuvo unos minutos, usando mi boca como si fuera un culo o una vagina.
    
    Sus manos cogieron mi cabello con fuerza y me iba llevando y retirando para meter su polla en mi garganta y controlar el ritmo. Se la chupé hasta que pensó que se podría correr y además empezaba a dolerme la boca de mantener su pollón en ella.
    
    Emitía quejidos de placer y entonces tiraba más fuerte de mi pelo, sentía mi boca hinchada y saqué su miembro para seguir lamiendo sus huevos.
    
    Se apartó un poco y corrió la mesa de la terraza poniéndola detrás de mí, mientras lo hacía no podía apartar la mirada de él, de su impresionante espalda tan ancha y la redondez de su precioso culo, la visión de un hombre así, a la luz de las farolas y la luna, hacía que pareciera un animal salido de las sombras, preparado con su verga tiesa a cubrir a cualquier hembra que apareciera en su campo de acción.
    
    -Súbete a la mesa. –sabía lo que me esperaba, me senté en el borde y me dejé caer levantando las piernas, con mis manos me abrí las nalgas ofreciéndole mi culo, preparado para que me enculara cuando deseara.
    
    Gonzalo se acercó y sujeto mis piernas con una ...
    ... mano, en la otra escupió y la llevo para ensalivar bien mi culo y empezar a dilatarme, me introdujo dos dedos a la vez, estaba deseoso de follarme y actuaba nervioso.
    
    Pronto mi ano estuvo listo por las caricias que le practicaba metiendo y sacando sus dedos y moviéndolos en círculos, cuando lo dejaba se abría del deseo por el pene que esperaba y conocía tan bien.
    
    Bufaba y se inclino para darme un beso en la verga, me hubiera encantado que me la hubiera chupado y correrme en ese momento de placer, se inclino más y su lengua penetro en mi culo a la vez que su barba acariciaba mis nalgas, siguió besando mi ano y penetrándolo con la lengua, quería que me la metiera ya, en este mismo momento.
    
    Se levantó y avancé mi cuerpo para colocarme en el borde de la mesa y dejar el acceso a mi ano al alcance de su verga, la colocó a la entrada y empujó, reprimí un grito de placer cuando el glande venció la resistencia de mi ano y resulto sublime el momento en que llego al final y sus testículos quedaron pegados a mi culo y al borde de la mesa.
    
    Sin descansar, no era necesario, comenzó a bombear en mi culo a un ritmo rápido, el placer me llenó y me llegaba desde el ano hasta el cerebro en oleadas que me obligaban a suspirar lastimero.
    
    Con la punta de mis dedos notaba como avanzaba su miembro, duro y poderoso, metiéndose en mi trasero,
    
    -Gonzalo, no puedo más me voy a correr. –al escucharme aceleró las embestidas y sus cojones me golpeaban más fuerte y sin tocarme comencé a eyacular ...