1. 53.1 Un enfado, una reconciliación


    Fecha: 07/07/2020, Categorías: Hetero Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... desayunamos para marchar, estábamos cerca de España.
    
    Pasamos a nuestro país y en Vielha le pregunté si quería que condujera el coche un tiempo, me dijo que lo llevaría él hasta Lleida donde pararíamos para comer y luego me dejaría conducirlo.
    
    La comida fue breve y escasa, lo mejor fue el descanso después de cuatro horas de conducción que hasta a mi me habían rendido.
    
    Vimos anunciada una brasería y allí paramos, era un local pequeño y acogedor y su especialidad eran las carnes asadas, Gonzalo era ahora feliz y se le notaba en las ganas de comer, siempre tenía hambre, antes le animaba a comer para que se recuperase y dentro de poco le tendría que contener, pero de momento me encantaba que comiera y la carne con ensalada, y el agua muy fresca resultaron una delicia de sencillez culinaria pero muy sabrosa.
    
    No debí pedirle que me dejara conducir, resultó un suplicio, para él yo no sabía dirigir un coche, no me lo decía directamente pero me lo dejaba entrever.
    
    -Acelera ahora, vas muy despacio, frena, adelanta a ese coche. –eran recurrentes frases que no solo conseguían ponerme nervioso, a veces histérico. En Huesca me detuve en el arcén y salí del vehículo.
    
    -Conduce tú Gonzalo, es imposible llevar el coche contigo al lado. –en serio que me enfadó, no seré el mejor conduciendo pero tengo una licencia y ocho años manejando distintos coches y al final no se trata de llevar un avión.
    
    Se quedó sorprendido en un primer momento, pero creo que se alegró, lo estaba ...
    ... pasando mal con mi forma de conducir y pasó al asiento del piloto.
    
    Estuvimos sin hablarnos y cuando llegamos a Yesa subió hasta el Monasterio de Leyre, allí detuvo el coche y sin salir me miró unos segundos en silencio.
    
    -Pensé que te gustaría dormir aquí antes de llegar a la casa de tus padres y reservé una habitación en la hospedería. –parecía tristísimo y pensé que era un egoísta, algunos hombres no soportan que otros lleven el coche estando ellos y él hacía las cosas pensando siempre en lo mejor para mí. No sé si estoy experimentado un síndrome de culpabilidad pero me sentía fatal.
    
    -No tenía que haber intentado conducir por ti y dirigirte, lo siento.
    
    -Pero Gonzalo, he conducido mi coche contigo y no te has portado así, pero no importa, no vamos a enfadarnos por una tontería.
    
    Había mucha vigilancia en el Monasterio, parecía tomado por la policía, el miércoles iban a estar presentes los reyes para hacer entrega del premio Príncipe de Viana.
    
    El último año que la entrega sería en este lugar y lo harían los reyes. El gobierno de Navarra trasladaría la entrega al castillo real de Olite para el próximo año.
    
    Nos bañamos y bajamos para dar una vuelta por los alrededores del Monasterio, y visitar la austera iglesia con la Virgen de Leyre como único ornamento; la vieja iglesia originaria del lugar, ahora cripta y base de lo nuevo; la sierra de Leyre que parecía querer desplomarse encima de nosotros; precioso y también impresionante el brillante y bello esmeralda del ...
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