1. La fiesta Swinger 2


    Fecha: 02/10/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Crystal69, Fuente: SexoSinTabues

    ... cuales Adán se la pasó mirando cómo Mary le metía la lengua tranquilamente en la boca a su esposo siempre que se besaban. Se preguntó cómo serían los dos en la cama y qué clase de cosas podrían hacer. La camarera regresó pronto y dejó los cafés y le puso a Adán el trozo de pastel. Esbozó una sonrisa y se alejó, momento en el que Adán decidió sacar del bolso de su camisa un pequeño anillo. — ¿Vas a pedirle matrimonio? — le preguntó Mary, intrigada. — Me pareció un buen detalle. ¡Camarera! Joana regresó con una sutil sonrisa. — ¿Sí? — Creo… que hay algo en mi pastel. Mira. — Veamos… Encontró el anillo guardado entre las capas de chocolate. La sonrisa servicial se le borró y miró a Adán con confusión. Éste deslizó un labio y le tomó de ambas manos. Se puso de pie. — Joana… desde que te conocí, me has gustado mucho y… —Pero… Adán, es decir, señor, yo soy casada. — ¿Qué? — Y estoy en mi segundo mes de embarazo. Adán sintió cómo se le comprimía el corazón y la cara se le tornaba roja. Abochornado, se sentó. Joana comprendió que ese no era el mejor momento de estar ahí, y regresó a la cocina rápidamente. Mary y Gerardo se quedaron de piedra, mirando cómo los ojos perdidos de su pobre amigo se tornaban vidriosos. Sintieron pena por él. No había forma de saber que joana estaba casada. Era una muy buena camarera que atendía siempre con cariño y por eso Adán había confiado en que había química entre los dos. Claro que hasta ese momento, nadie se había dado cuenta de esa verdad. ...
    ... Abatido, Adán se limpió los ojos. — Bueno… creo que mejor comemos. El pastel está… rico. Mary resopló. Conocía la historia de Adán y del fiasco de prometida que tuvo. El pobre se había enamorado de las mujeres menos indicadas y no necesitaba sufrir tanto. Además, Adán le gustaba. Era un chico alto, de buen carácter y apasionado, casi poético, con buen cuerpo y un bulto interesante en los pantalones. Había soñado con comerle la polla en más de una ocasión desde que habían ido los tres a las piscinas y le había visto con el bañador. Estiró la mano y tomó a Adán del brazo. — Oye, tranquilo. — Creo que a partir de ahora ya no habrá más mujeres para mí. Sólo me concentraré en el sexo. Al diablo con todo. La pareja vio cómo su amigo se levantaba de la mesa y salía sin decir nada a cambio. — ¿Crees que esté bien, amor? — quiso saber Mary. — Pues… sí. Pobre, pero las cosas mejorarán. De repente la mujer tuvo una buena idea. — ¿Deberíamos… invitarle a una de nuestras reuniones? — No creo que Adán sea esa clase de persona. — Pero de seguro se la pasará bien ¿no crees? Es nuestro amigo. Merece que le ayudemos a olvidarse de lo malo. Gerardo reflexionó un momento. En efecto, una gran amistad les unía a los tres, y cuando ellos se deprimieron cuando se enteraron de que Mary tenía problemas para concebir, Adán y Gabriela les fueron de mucho apoyo y les consolaron. A los amigos no se les deja así, a la deriva. Miró a su mujer y le besó la punta de la nariz. — Vamos a preguntarle. En casa, Adán ...
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