1. Se lo he chupado a la mujer de mi lector


    Fecha: 16/08/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Virg, Fuente: CuentoRelatos

    ... pequeña boquita de lesbiana pija.
    
    Ulises "inflo" los labios menores de mi chocho a sorbetones, dejándolos rojos y dilatados; después acercó su pene a mis cachetes y lo resbaló por ellos, acercó su boca a mi oído y me dijo entre jadeos:
    
    —Virginia por favor, ¡déjame metértela!
    
    —¡No!, sólo roza la entrada.
    
    Él suspiró y comenzó a dar brochazos con su polla a todo lo largo de mi carnoso bollo, ¡rozándome los labios internos con su pene!, un pene que de tan duro como estaba yo lo sentía como mi linterna de "consolaciones", ¡Aagggg!, suspiré.
    
    Venus se levantó y se puso de "vagón de cola", de ese tren de la pasión; ¡agarrando en su boca la breva gorda que eran los huevos de Ulises!, el cual dio un suspiro en mi cogote.
    
    Al poco, nos movimos por la cama los tres, "calientes", "desenfrenados" y crecidos por la novedad de hacer un trio.
    
    Algo cambio dentro de mí, en ese juego, porque al ver el pene tieso como un martillo de Ulises desee chuparlo.
    
    Venus jugaba con los testículos de Ulises en su boca como si fueran bolas de un rico helado, yo acerqué mi boca y atrapé el glande gordo de Ulises y me embriagué con ese sabor, ¡lo mordí!, entonces Ulises dijo:
    
    —¡Virginia!, qué placer, joder; ¡ya no lo esperaba!, trágatela entera por piedad que me estas volviendo loco.
    
    Seguí jugando con la bola reventona en que se había convertido su glande, mientras veía como Venus absorbía y tragaba sus huevos; como si se los quisiera cercenar; al mismo tiempo que me miraba a los ...
    ... ojos "de cerca".
    
    Sentí deseos de tragarme aquel martillo de poder, que ya no me resultaba desagradable, ¡quería devorar esa polla!, con las venas tan marcadas como el tronco de un olivo.
    
    Comencé a tragarme su polla, mi lengua la palpaba por debajo, mientras su glande se apretaba contra mi paladar; ¡empujé mi boca hacia adelante!, ¡hincando aquel miembro duro y retorcido contra mi campanilla!, no me atraganté y "como una puta" empuje más aún, ¡clavándola en mi garganta!, como un vagón de tren acoplándose a su locomotora.
    
    Algo pasó en él, porque, aunque su pene estaba muy duro, ¡sentí como se agrando dentro de mi garganta!
    
    Entonces se corrió, y noté bajar por mi esófago un torrente de semen, "era una cascada de aguas termales"; que desembocó en "la poza" de mi estómago.
    
    Que placer sentí al tragar por primera vez la leche de un hombre, ¡y de ese modo!
    
    Ulises sacó su polla despacio, rozándome la garganta y después la boca; ya afuera, junto a mis labios, miré como unas gotas brotaban por su punta.
    
    Saqué mi lengua y como si fuera un helado de frambuesa y nata, le di un lametón y trague "los restos de su corrida".
    
    Nos miramos y vi en sus ojos "una mirada el poder", yo me sentí como su mascota y me gustó.
    
    Ulises se estiró en la cama "derrumbado de placer".
    
    Venus estuvo mirándonos durante "la función de ordeño", ahora su rostro era puro deseo, abrí las piernas y ella lamió mi chocho muy despacio, "como una gata lamería un plato de leche", su lengua carnosa ...
«1...3456»