1. El Culo de Doña Felicia


    Fecha: 09/03/2019, Categorías: Sexo con Maduras Tabú Anal Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... prolongarse lo suficiente, para que yo pudiese disfrutar con la panorámica de mi tía. La tenía sentada enfrente, y pude enterarme de que su vida actual era bastante más aburrida, desde que sus hijos habían abandonado el nido y ella, un ama de casa vocacional, no sabía qué hacer con su tiempo, “hasta que sus hijos se pusiesen al tema de tener nietos”, añadió.Fui anotando toda la información en la mente, no con un plan determinado, sino, cómo diríamos: por si acaso... Nunca se sabe.El caso es que la oportunidad se presentó. Y bastante antes de lo que yo esperaba. Un día, un par de semanas después, la tía me llamó a la consulta, para preguntarme por “un tema delicado”. Yo le pregunté si podía decírmelo por teléfono, porque estaba bastante ocupado y tampoco le podía dar hora enseguida. Cuando me lo contó, enseguida vi que se trataba de una auténtica chorrada, pero, mi mente se puso a cavilar casi automáticamente y pensé en utilizar la información que estaba recibiendo para mis pérfidos fines.La tía me dijo que le habían salido unas ronchas por todo el cuerpo que le picaban bastante. Tras unas breves preguntas, deduje, y posteriormente confirmé, que se trataba de una intoxicación alimentaria por un atracón de gambas que se pegó viendo un partido del mundial. Debían estar en mal estado. Al tío Basilio, como el marisco no le va, no le pasó nada. No las probó. El caso es que, tratándose de una intoxicación leve, como parecía, más valía no hacer nada y dejar que fuese remitiendo ...
    ... sola. Pero, la ocasión la pintan calva y le di hora para esa misma tarde en la consulta para examinarla a fondo. De paso, cancelé todas las citas. Si lo que me había dicho era cierto y tenía ronchas por todo el cuerpo, era el momento de echarle un vistazo a la jamona, a ver qué tal se conservaba sin envoltorio.Esa misma tarde recibí a la pareja. Mi tío, aparte de tener mala ostia a raudales, no dejaba sola a la tía ni a sol, ni a sombra. Está claro que no tenía demasiada confianza en que la jamona no se la pegase. Y, tenía razón, como en breve yo mismo iba a demostrar.Había dado la tarde libre a la chica que me ayudaba en la consulta con intención de tener el campo despejado. Tras los saludos de rigor y una breve entrevista conjunta, le indiqué al tío Basilio que, si quería, podía esperar en la sala de espera, donde tenía un televisor con todos los canales habidos y por haber... El tío, que, lógicamente, no desconfiaba de su adorable sobrino (¡menudo iluso!), y, viendo que la entrevista médica y el examen que venían a continuación pintaban la mar de aburridos, aceptó la invitación y se apalancó en el sofá de la sala de espera con el mando a distancia entre manos.Yo me quedé con mi encantadora tía en la consulta y preparé el terreno para la embestida.Comencé con una inocua entrevista acerca de sus hábitos. Mientras, con todo el descaro del mundo, contemplaba sus tetazas que pugnaban nerviosas en su escote. Proseguí con un cuestionario de paciente que me estaba inventando, para ...
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