1. Omar, mi amigo de la universidad


    Fecha: 10/08/2017, Categorías: Gays Autor: Berlay, Fuente: SexoSinTabues

    ... confianza?- Me pidió sonriente y natural, como quien pide que le alcancen el salero en la mesa. Como había llegado antes que él al departamento tuve tiempo para ponerme ropa cómoda y traía sólo unos shorts y una camiseta muy amplia. Me puse de pie frente a él y dejé libre mi polla que salió de su encierro como un resorte. Dejé caer los shorts hasta el piso, me quité la camiseta… y así dejé expuesta por completo mi virilidad, dura como un palo, de piel clara con un glande de color un poco más oscuro, descubierto y brillante a causa de la tremenda erección que traía. Cabe resaltar que de tamaño no me va mal, digamos que me permite mostrarla sin mayor reparo. Omar inclinó el cuello un poco para poner la mirada sobre mi polla y por un momento breve no hizo más que verla. -¿Y puedes cubrirte la cabeza con la piel cuando está erecto? -Sí, si la muevo con la mano puedo volver a cubrir con ella el glande- respondí. -¿Puedo?- dijo Omar, y tras una afirmación silenciosa de mi parte, tomó mi pene por el tronco con una mano y jalando hacia él deslizó la piel para cubrirlo completamente. Una vez lo hubo logrado, lo sostuvo por un momento y después cogió el borde del prepucio con sus dedos pulgar e índice y lo jaló con un poco más de fuerza, como para poner a prueba su elasticidad. “¡Wow!”, exclamó y ambos dejamos escapar una media risa; acto seguido, volvió a retraerme el prepucio para descubrir mi glande e inmediatamente lo volvió a cubrir. Yo me dejé hacer sin decir ni media palabra, el ...
    ... hecho de vernos desnudos uno frente al otro, tocándonos mutuamente, me tenía mudo. Pero cuando retrajo la piel de mi polla por tercera ocasión no pude contenerme y con lo ojos cerrados y el rostro hacia el techo emití un gemido de placer. Entonces levanté la mano que tenía más cerca de él y la dirigí hacia su miembro, él retiró su propia mano y dejó el paso franco para la mía, entonces lo rodeé con los dedos y lo presioné con suavidad para iniciar yo también con un masaje constante sobre su polla, al mismo ritmo que el que él estaba aplicando en la mía. No pasó mucho tiempo antes de que de nuestras vergas comenzara a brotar líquido preseminal, en mi caso ha sido una de las veces que más he expulsado, que hizo de la masturbación mutua que nos estábamos dando una auténtica delicia. Fui yo el primero que lo recolecté con los dedos y comencé a aplicarlo con movimientos circulares sobre su glande, dedicándole atención especial a la zona del frenillo… ese rinconcito entre el oricio uretral y el tronco del pene; ahí le saqué el primer gemido de placer a Omar, quien me imitó e hizo lo mismo sobre mi polla, hasta que tuvo la afortunada idea de juntar nuestros miembros y hacer de uno el instrumento de masaje del otro, disfrutando del abundante lubricante que entre los dos estábamos produciendo. Las sensaciones de esa danza de mástiles eran intensas, el frotamiento entre ambos estimulaba todas las terminaciones nerviosas de nuestros miembros, cuya finalidad no era otra sino el goce, la ...
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