1. Doña Rosa, mi clienta favorita


    Fecha: 28/10/2018, Categorías: Voyerismo Autor: Shamurai, Fuente: CuentoRelatos

    ... digo!!
    
    Paco: ¡Eso ni lo dude! ¡Si así ya me está trabajando de más la mente!
    
    Rosa: ¿A sí? ¿Y qué cosas te manda decir la mente?
    
    Paco: ¡Pues, demasiadas, y quizás no debería decírselas! (Yo ya estaba con la verga bien parada y casi goteando liquido pre seminal)
    
    Rosa: ¿Y por qué no? ¿Seguro que no es nada de otro mundo?
    
    Enseguida llego un cliente a llevar algunos productos y lo atendí, como ya estaba con el bulto en mi pantalón, ella lo pudo notar, y al terminar de atender el cliente, ella soltó una carcajada, diciendo:
    
    Rosa: ¡¡Ya me imagino todas esas cosas que has de traer en la mente!! (Al tiempo que miraba mi bulto.) ¡¡Mirándote esa montañita, no necesitas decirme mucho!! ¿A poco yo te puse así?
    
    Paco: ¡¡Hay doña Rosa, pues sí para que negar que usted fue la que me puso así!!
    
    Rosa: ¡¡¡Hay Paquito que cosas te imaginas con esta vieja cuarentona!!!
    
    Paco: ¡Con todo respeto, usted está como los buenos vinos, entre más años, mejor sabor!
    
    Rosa: Jajajajaja… ¡Hay muchacho, que ocurrencias las tuyas! ¿Y desde cuando que no le das de comer al amiguito?
    
    Paco: Pues, ya tiene tiempo que no como, como unos 5 meses más o menos.
    
    Rosa: ¡A ya entiendo, entonces lo tienes a dieta!
    
    Paco: ¡Sí! ¡Pero con un bollo, se alimentaria bien! ¡jajajaja!
    
    Rosa: ¡jajajaja! ¡Seguro que con eso rompe la dieta! No lo deberías de castigar tanto. ¡Pobrecito, también tiene ganas de comer!
    
    Ya la plática estaba bastante caliente y pues note que a doña Rosa no le ...
    ... desagradaba la charla, y como ya me había visto el bulto decidí arriesgarme a decírselo.
    
    Paco: ¡Si tienes ganas de comer, pero no hay quien le dé!
    
    Rosa: ¿Y no hay una noviecita que le dé?
    
    Paco: ¡No doña Rosa, por eso está a dieta! ¡Si no fuera así, seguro ya estaría bien servido!
    
    Rosa: ¡Pues pobrecito! ¡Ya veo que esta hambriento! (y dirigió de nuevo la mirada a mi bulto)
    
    Paco: ¿Usted no le invitaría de su bollo?
    
    Rosa: Jajajaj… ¿Del mío? ¡Pues estaría bien, ya que en 4 meses tampoco se han comido mi bollo!
    
    Paco: Entonces, que dice ¿yo me como su bollo y usted alimente al nene? Y quedamos felices ambos.
    
    Rosa: ¡Mmm. Estaría bien! ¡Pero, nunca le he sido infiel a mi marido!
    
    Paco: ¡Si no quiere no, no hay ningún problema! ¡Y si usted quiere pues podemos ir una vez, los hacemos y después todo sigue como si nada! ¡Mire no me lo diga ahorita, si quiere piénselo y ya mañana en la tarde me lo dice! ¿Ok?
    
    Rosa: ¡Esta bien, deja pensarlo, es que no quiero faltarle a mi esposo!
    
    Paco: ¡Si hágalo!
    
    Al día siguiente ya estaba yo en la tienda y con las ansias de que ella viniera y saber su respuesta. Cuando a lo lejos la vi que venía. Al llegar, nos saludamos y pues con una risita algo nerviosa, me dijo, ¡lo estuve pensando y todo el resto del día traje en mi cabeza esa propuesta! ¡No quiero faltarle el respeto a mi marido, ni que la gente se entere de esto, pero también tengo esa curiosidad de estar con otro hombre, de probar otra carne (pene) ¡¡¡Y pues decidí por ...
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