1. Doña Rosa, mi clienta favorita


    Fecha: 28/10/2018, Categorías: Voyerismo Autor: Shamurai, Fuente: CuentoRelatos

    ... esta ocasión aceptar, darte a probar mi bollo!!! Le pregunte ¿Esta segura? Ella respondió que sí. Le dije, ¡está bien y no se preocupe, todo lo haremos en absoluta discreción! Al oír esto ella se sintió más relajada y pues quedamos de ir un lunes por la tarde, nos citamos a dos cuadras de un Motel.
    
    Saliendo del trabajo me iba a ir para allá, llegue con 20 minutos antes de la hora acordada, cuando se acercaba la hora de la cita, la vi que se bajó del autobús, se iba acercando a mí y le hice la seña de que se cruzara la calle y entrara al motel de tras de ella a unos metros iría yo. Llegamos y me saludo con un beso en la mejilla, venía muy bañadita, olía delicioso, traía una falda roja algo flojita que le llegaba a bajo de las rodillas y una blusa roja blanca con unos adornos de flores, se veía bastante guapa.
    
    Solicitamos la habitación, le dije que me diera unos 5 minutos en lo que me duchaba, me espero salí en envuelto en una toalla únicamente y ella sentada en un mueble de la habitación me miraba con deseo, me senté junto a ella le agarre la mano y se la acaricie mientras nos empezamos a besa, le besaba la comisura de los labios, las mejillas, hasta probar sus ricos labios rojos, se los lamia con mi lengua, se los chupaba, mientras mi mano busco su pierna para acariciarla, deslizaba mi mano hacia abajo y volvía a subir, mi mano llego hasta sus muslo y los empecé a acariciar, eran tan suaves y estaban bien depiladas, con tantos besos y caricias a sus piernas ya ...
    ... estábamos bien caliente, podía escucharla gemir al momento que mis manos frotaban sus muslos, besaba su boca, y de allí sin dejar de darle besos fui hasta su cuello, ella jadeaba y con susurros decía ¡Hay Paquito! ¡Hay Paquito, sigue! Le besaba el cuello, le pasaba mi lengua por el cuello, mientras mi mano levanto un poco la falda, metí más mi mano y pude sentir la tela del calzón de encaje, al frotar su bollo sobre su calzón podía sentirlo bastante húmedo y entre más la frotaba más se calentaba y me decía con voz cachonda ¡Hay mi Paquito, que rico siento! ¡Hay Paquito me pulsa la vagina! ¡Estoy bien mojada!
    
    La seguí frotando sin parar cada vez más rápido hasta que la hice alcanzar su primer orgasmo al momento que sus jugos escurrían y los absorbía la tela del calzón, le bese el cuello, le mordí la oreja mientras desabrochaba la blusa, al quitar el ultimo botón le saque la blusa pudiéndola ver en sostén blanco de encaje, ese sostén cubría sus grandes pechos que querían ser liberados, mientras le mordisqueaba la oreja le decía al oído, ¡Por fin te tengo aquí, después de tanto desearte! ¡Ella solo gemía huhu! ¡No sabes cuantas veces me masturbe imaginándome este momento! ¡Ella decía, sigue cielo, no pares! Mi verga ya estaba tan dura que se podía ver el bulto sobre la toalla lo cual tome la mano de ella y la puse encima, comenzó a frotarme el bulto, mientras me decía ¡Oh Paquito que duro estas! ¡Pronto le daré de comer a ese nene! ¡Sí, claro ya estoy ansioso de eso! Seguí mordiendo ...
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