1. Doña Rosa, mi clienta favorita


    Fecha: 28/10/2018, Categorías: Voyerismo Autor: Shamurai, Fuente: CuentoRelatos

    Hola a todos. Bienvenidos a otro relato más que les traigo para su deleite. La mayoría de mis experiencias sexuales ha sido más con mujeres maduras que con jóvenes, pero también he tenido muy buenos momentos con chicas jóvenes.
    
    Hoy quiero compartir este relato que me paso hace aproximadamente 6 años, cuando mi viejo tenía una tienda de abarrotes (miscelánea) pues como en toda tienda de abarrotes uno vende de todo e igual va gente de todas la edades a hacer sus compras y por las tardes después del trabajo en vez de llegar a mi casa , me iba a la tienda de mi padre (la tienda estaba a 10 cuadras de mi casa), para que él se fuera a la casa a descansar hasta las 11pm que cerraba el negocio.
    
    A excepción de los lunes que cerrábamos después de las 5pm para tener un rato de descanso. Entre tanta gente que atendía, en particular me gustaba atender a doña Rosa porque era algo picara y solía vacilar un poco conmigo hablando en ocasiones en doble sentido. Como, ¿tienes huevos? ¡Me das 1 litro de tu leche fresca! En una ocasión llego a la tienda y después del saludo mutuo, me pregunto en tono de doble sentido:
    
    Rosa: Paco, ¿tienes chorizo? (con una sonrisa picarona)
    
    Paco: ¡¡Claro que sí doña Rosa!!
    
    Rosa: ¿Y de qué tamaño lo tienes?
    
    Paco: ¡Pues esta mediano, algo ancho, pero muy sabroso! ¡Seguro que si lo prueba le va a gustar!
    
    Rosa: ¡Pues al parecer está bien y ¿De verdad, esta sabroso?
    
    Paco: ¡Sí claro, es lo que dicen!
    
    Rosa: ¡Pues tendré que probarlo para ver ...
    ... si es verdad!
    
    Paco: ¡Cuando guste, usted nomas diga! ¡Es más venga para mostrárselo!
    
    Así que la pase hacia la nevera, donde solíamos guardar los productos lácteos y embutidos, saque la bolsa donde estaba guardado el chorizo y sacando una pieza para mostrarle se lo sacudía (como si me sacudiera el pene), mire este es, ¿qué le parece?
    
    Rosa: ¡Pues si esta grandecito, y huele rico! Ya se me antojo para cenar más tarde, mientras decía eso podía notar su mirada picara mientras sonreía. ¡Me convenciste dame dos para probarlo!
    
    La despache, aquí tiene el chorizo, ¿qué más se le ofrece?
    
    Rosa: Ah y dame también 4 huevos, para más tarde comerme 2 con 1 chorizo y mañana temprano igual, la misma ración. (Otro doble sentido, que capte en seguida)
    
    Al despacharla, se despidió de mí y yo de ella agradeciéndole su compra, note que aun iban sonriendo, yo creo que pensando en todo lo que hablamos. Y yo me quede algo caliente, pues sentía mi verga a medio despertar con todo el doble sentido que hablamos en unos cuantos minutos. Al día siguiente por la tarde que volvió a ir a la tienda me saludo y enseguida me dijo:
    
    Rosa: ¡¡Hay Paco, que rico esta tu chorizo!!
    
    Paco: ¡Le dije que le iba a gustar, que a pesar de que esta mediano, el sabor le gustaría!
    
    Doña Rosa tenía 46 años, casada, su marido en ese tiempo se iba a trabajar a Estados Unidos venía cada 6 meses a visitar a ella y familia, duraba 2 meses aquí y se volvía a regresar. Doña Rosa no es la mujer “Buenota” de esas ...
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