1. Lo raro de este mundo (capítulo dos): Luis


    Fecha: 22/04/2024, Categorías: Gays Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos

    ... pinga de esas de cabeza grande, bueno, tenía el nombrete de mandarria. Él estuvo satisfecho de que yo lo hubiera elegido de segundo. A partir de aquel momento fue una locura yo ya ni sabía qué pasaba y lo mismo supongo que Mario que gemía desde su mesa. Hugo me hizo levantar mientras me tragaba la pinga de Lázaro y me ensalivó para singarme, nadie dijo nada y estaba claro que aquello de uno era boca y el otro culo se había terminado. Por suerte solo Hugo y Berto se turnaron en mi culo, hasta que William se adueño de mí, agarrado de mis nalgas y no dejó sitio a nadie más. William se sentó y yo encima de él, clavado, y mirando a Mario como se lo singaban.
    
    —¡Algún día cuando quieras te podemos hacer como a Mario!, me murmuró William al oído. ¡Solo tienes que pedirlo y todos se apuntan!
    
    No sé, viendo a Mario allí y su culo rosado e hinchado, no sé. Me imaginé que las veces que había participado en alguna orgía pues era igual y mi ojete quedaba así. Mario se incorporó satisfecho, sonreía y besaba a su amado quizá por aquel regalo. Se fueron yendo poco a poco, Berto nos dijo que nos quedáramos así que quería vernos, regresó y se quedó delante de nosotros mirando, después se agachó para ver como la pinga de William estaba en mi culo, dijo que William me sostuviera para ver mejor. Tocaba con sus dedos el borde de mi culo y la pinga de William, repetía que le gustaba vernos así, era como en una foto y se sorprendía de que William tenía la pinga dura todavía después de estar ...
    ... tanto rato sin moverse dentro de mí, solo así.
    
    —¡Macho, ya te lo dije este es el mejor culo del pueblo! Nada más que se la meto, me pone a mil y te digo una cosa, este tiene aguante.
    
    William me poseyó allí delante de Berto, que miraba y a veces decía algo. Quizá por haberse ya venido o por cansancio, William dejó de singarme e invitó a Berto si deseaba, claro que deseó y metió su pinga diciendo cosas sobre el mi culo caliente. William hizo lo que siempre hacía se fue dejándome allí con Berto que se apoderó de mí, me hizo suyo con cariño, como si estuviera enamorado. Cuando terminó, nos quedamos abrazos en el sofá de la terraza, ya oscurecía pero no teníamos apuro para nada. Por suerte hablando con Berto supe de que tenía pareja, que estaba en casa de sus familiares. Estaba claro que aquello si se repetía era cuando no estuviera su pareja.
    
    Seguí yo con mis encuentros con Luis, él de La Lisa, que de la misma manera llevaba esa doble vida. Un día Luis me dijo que quería presentarme a su pareja, se llamaba Evelio. Mi pregunta fue directa ¿para qué? Según Luis, él no tenía secretos con su pareja y la había contado desde nuestro encuentro hasta las veces que habíamos dormido juntos. No me gustaba la idea como tal, me sonaba algo infantil aquella presentarnos y suponer que todo marcharía bien.
    
    _No creo que sea una buena idea eso de conocer a tu compromiso.
    
    Luis no quiso escuchar, me convenció que al menos era como dar a nuestros encuentros un tono casi oficial, que así ...
«1234...8»