1. Lo raro de este mundo (capítulo dos): Luis


    Fecha: 22/04/2024, Categorías: Gays Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos

    ... era mejor y su pareja se sentiría seguro de que él estaba conmigo, una persona que conocía bien. Así fue como conocí a Evelio, un tipo esbelto y de pelo negro aunque me pareció que era teñido, porque era demasiado negro, artificialmente negro. Desde el primer estrechón de mano sentí el peso de su mirada, esa mirada que mira a un usurpador. ¡Bonita cosa!, de pronto yo me había visto en vuelto en ese triángulo amoroso del peor corte telenovela. Claro que no fue una confrontación abierta, solo fue la primera impresión porque Evelio era muy educado, demasiado por lo que ya viendo a ambos juntos comprendí claro la esencia de Luis y la de su pareja, además supe en ese momento que tanto Evelio como yo nos habíamos rendido al juego de Luis o vulgarmente dicho, nos habíamos rendido a su pinga gorda y a cómo singaba.
    
    Comimos en el comedor, con toda la vajilla, una comida sabrosa y bien hecha. Luis sabía cocinar de maravilla, bebimos cerveza fría. Claro en un país como Cuba aquello era un lujo impensable, pero teniendo en cuenta que ambos trabajaban en turismo, pues estaba claro que podían tener una vida que a todo el mundo estaba vedada. Después de la comida, vimos algo de tele y bueno a la cama bajo la batuta de Luis. Nos desnudamos y tuve que lidiar entre las dos pingas mientras ellos se besaban. Me gustaba de todas maneras, no perdía yo nada y tampoco me molestaba porque ya había tenido ese tipo de experiencia. Después Luis se ocupó de llenar mi ojete con su pinga, estuvo ...
    ... bastante rato dándome caña mientras yo chupaba la pinga de Evelio. Cuando se vino Luis, le ordeno a su pareja que me singara, este no estaba muy animado a hacerlo. Luis insistió hasta que logró que al menos introdujera su pinga pero nada más, Evelio era completamente pasivo. Yo que estaba a mil como siempre, Luis me dijo que si quería singarme a Evelio.
    
    —¡Mira, papo, la pinga de él no es tan grade y gorda!¡No te va a doler!, le dijo a su pareja que se puso en cuatro para que yo me lo singara.
    
    Fue Luis quien me adentró en ese rol de activo, fue su pareja el primer macho que me singaba porque hasta aquel entonces yo había sido siempre pasivo, desde entonces eso de universal o versátil pasó a ser mi carta de presentación aunque en realidad me gustaba que me dieran pinga. Al principio no me sentía seguro metiendo mi pinga en el culo del otro, pero poco a poco y con la ayuda de Luis que me guiaba fui comprendiendo que podía sentir placer también, que el calor que rodeaba mi pinga era del culo del otro, que mientras más me movía mejor me parecía y lograba que Evelio gimiera de goce. Recuerdo que no estuve mucho tiempo singando a la pareja de Luis y más cuando éste empezó a juguetear con sus dedos en mi ojete ya dilatado, me vine casi gritando. Evelio cuando se vio libre de mí se fue corriendo al baño, era muy limpio según me dijo Luis, que además le costaba mucho meterse una pinga y que al menos conmigo había logrado vencer su pánico.
    
    Nunca entendí en que se basaba la unión casi ...
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