1. La Soledad de los LLanos (Capitulo 11)


    Fecha: 26/07/2017, Categorías: No Consentido Autor: Carlos Nagasaki, Fuente: CuentoRelatos

    ... posición.
    
    El pisar de las botas se escuchaba cerca. La sombra misteriosa decidió guardar sus armas de fuego y optó por relucir su daga asesina. Sabía queLos Cordados no eran hombres fáciles de dominar. Tenía que ser muy preciso en sus movimientos. El inspector sostenía una metralleta de cargador redondo utilizada en la guerra de Chicago. Los agentes fronterizos les habían proporcionado arsenal decomisado a la banda del mismoAl Capone. Este pistolero mostró su sonrisa cuando tomó por primeva vez eljuguetito. Pasó a dos metros de distancia. Lasombrase abalanzó sobre el hombre armado y lo apuñaló certeramente. Le tapó su boca y el pistolero murió en silencio. El agresor tomó al recién fallecido en sus brazos y lo arrastró delicadamente para no causar ruido. Segundos después tomó el arma novedosa y sonrió.<<¿Qué es esto?>> pensó.
    
    Desafortunadamente, el sonido del asesinato no pasó desapercibido. Otro de los hombres escuchó los quejidos adoloridos de la víctima. Se habló a señas con el resto de los suyos y se dirigió al lugar donde escuchó los ruidos extraños.
    
    –¿Quién anda allí? -preguntó, pero dos segundos después cayó muerto de un disparo. La acción retornó al lugar. Los 3 restantes pistoleros descargaron su arsenal hacia la misma dirección. Todos contaban con esas mortales metralletas de cargador redondo que de alguna manera terminaron en la frontera con México.John Lee Cole tomó a su esposa y corrieron presurosos hasta su casa. Lasombra se cubría en el papalote donde ...
    ... había dejado todas sus armas. La refriega era incontrolable. Resintió la crueldad de los ataques en su contra y decidió contestar de igual manera. Tomó la metralleta de su última víctima y se levantó disparando a todo lo que se moviera. De esta forma, hirió a dos hombres mientras que un sorpresivo escopetazo atravesó la ventana del rancho y dio blanco en el tercer pistolero. Quedaron dos hombres heridos en el suelo.
    
    Finalmente, lasombra salió de su escondite. Fiel a su costumbre remató a todos los cuerpos tendidos. Avanzaba hasta el último sobreviviente y lo miró directamente a los ojos.John Lee Cole salió en ese momento de su rancho. Portaba su escopeta y se mostraba sumamente nervioso. Lasombra misteriosa al fin se expuso a la luz. Aconsejó al viejoGringo que regresara a su casa. Inesperadamente el sobreviviente comenzó a reír. Se mostraba como un verdadero psicópata. Enseguida entabló una pequeña conversación con el verdugo de su escuadrón.
    
    -¡Gato¡- carcajeó por un instante.
    
    -Teo- contestó Rafael.
    
    -¿Ya sabes cuál es tu destino verdad?- sonreía sarcásticamente un moribundo Aristeo Gutiérrez.
    
    El pistolero herido carcajeó y le auguró una muerte dolorosa a su rival. Sin pensarlo, ElGato le atravesó la cabeza con un disparo de su revólver. Instantes después exclamó al ver el cuerpo inerte.
    
    -¡estúpidos moribundos nunca se callan!-
    
    Rafael suspiró de manera profunda. Sabía que aquel hombre no mentía.
    
    -¡Puta madre!- gritó con desesperación.
    
    John Lee Cole ...
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