El querido tío Guillermo - Relatos Eróticos

El querido tío Guillermo

Hola a todos. Mi nombre es Dayana, de 27 años. Casada con Amilcar de 28, con dos hijos.   Cuando en el 2020 sucedió lo de la pandemia, mi esposo perdió su trabajo y nos vimos en problemas, yo no trabajaba.  Amilcar me dijo que visitaría un tío que tenía, fuimos los dos con nuestros dos hijos.  El tío de mi esposo que se llamaba Guillermo, resultó ser una persona agradable, muy guapo por cierto, de 1.80 mt, atlético, con bastante vello en brazos y pecho, tez morena clara, de buen carácter y desde el principio se comprometió a ayudar a mi esposo.  Así que le dio trabajo y nos mudamos a una casa que el mismo nos ofreció a un alquiler muy bajo.  El tío Guillermo era divorciado desde hace años, tendrá unos 45 años más o menos, vivía solo en una casa enorme.  Luego mi esposo por agradecimiento invitaba frecuentemente al tío Guillermo a nuestra casa.  El era muy atento, sobre todo conmigo, al parecer nuestros caracteres hicieron click, porque yo me sentia bien estando él presente y él se notaba que me apoyaba en lo que yo decía.  Debo decir que a pesar de dos partos, aún soy bonita, tengo bonito rostro, tengo cabello corto, ojos café claro, mis senos son pequeños, pero en forma de conos, aún preservo mi cintura y por mis partos mis caderas se ensancharon al igual mis nalgas que mantengo duritas y de buena forma, eso si, soy bajita, mido 1.58 mt.  El tío a pesar que nos llevabamos de maravilla nunca me hizo una insinuación o abusó de nuestra confianza.  Pero las cosas comenzaron a ...

... cambiar.

Mi esposo comenzó a salir de farra los fines de semana, con sus amigos, a pesar de los toques de queda por la pandemia, él se las ingeniaba para irse con sus amigos.  El tío Guillermo llegaba el sábado a la casa y veía que estaba sola, así que me acompañaba y jugaba con mis hijos, luego cocinaba para los dos, ya entrada la noche se regresaba a su casa. Yo me sentía segura estando el tío Guillermo.  Una noche, mi esposo no estaba en casa por estar con sus amigos.  En eso comenzó a temblar fuerte y yo le tengo panico, me suelo descontrolar mucho, como pude, gritando, saqué a la puerta a mis dos hijos, uno de 5 y otro de 2.  Yo tenía mucho miedo. Llamé a Amilcar, y se notaba ebrio y se oía música en el fondo con mucha bulla.  No me entendió casi nada.  Entonces llamé al tío Guillermo, el en diez minutos estaba en la casa, me abrazó y sentí una sensación se seguridad y consuelo.  Me tranquilizó, me hizo un té.  Pero hubo un par de temblores replica cuando el estuvo allí, yo le tenía muchisimo miedo a los temblores, tenía pánico.  Le pedí que se quedara un poco más.  Metimos las camitas de los niños en mi habitación para tenerlos a la mano, los acostamos y se durmieron.  Le dije al tío que se quitara los zapatos y se subiera a la cama, que perdonara, pero él me daba consuelo.  El me abrazó y nos quedamos en la cama así, abrazados, yo tenía un pantalón tipo pants y una blusa sin bra.  El también tenía un pantaloncillo corto que se metió rápido para venir a verme.  En eso, ...