El querido tío Guillermo - Relatos Eróticos

El querido tío Guillermo

... medicinas a la farmacia, me vendó y me di algo de tomar para el dolor y la inflamación.  Luego le preparó la comida a mis hijos y a mi.  Estuvo toda la mañana en la casa.  Hasta que se marchó y me dijo que vendría por la noche a revisarme el tobillo.

De Amilcar no supe nada el resto del día.  No sabía si llegaría a la noche o no.  Yo estaba furiosa con él.  Nunca me había golpeado, aún en sus peores borracheras.  En la noche llegó el tío Guillermo, los niños estaba viendo tv en el dormitorio, él me sentó en el sofa de la sala y me hizo poner mis pies en su regazo, me quitó la venda, me revisó, luego me dijo -al parecer se está desinflamando, pero no podras caminar bien por unos tres días-, yo respondí -gracias tío, si no fuera por tí no se que hubiera hecho, ya me siento mejor-.  Luego el se puso a hecharme una gel en el tobillo, por un momento quedó admirando mi pie, me dijo -que lindos pies tienes Dayana, son preciosos-, tomó uno mi pie lastimado y le dio un besito sobre mis deditos, luego, le pasó la lengua varias veces, a mi me daba cosquillas nerviosas viendo lo que hacía el tío.  Metio mi dedo gordito del pie y lo puso dentro de sus labios y lo lamió por dentro y lo chupó como si fuera un dulce de leche, luego hizo lo mismo con los otros deditos, yo sentía muy rico, nunca me habían hecho esto, sentí también que mi cuquita se iba mojando, esto se estaba volviendo excitante.  El tío paso su lengua por la planta del pie. Lo hacía con mucha dedicación y deseo. Me ...

... dejó el pie bien chupado y mi rajita semi mojada.  Luego él tomó mi otro pie y empezó a repetir casi el mismo tratamiento, yo ahora lo ayudé colaborando y moviendo mis deditos cuando el los tenía dentro de su boca.  Mis pies son bonitos, calzo talla 5 y medio, o sea son pequeños, pero siempre los mantengo bien arregladitos, pintaditos y bien recortados. Nunca mi esposo se había interesado por mis pies, mientras que el tío se los devoraba a chupones y besos.  Por fin el tío dejó mis pies en paz, yo estaba excitada.

Llegó la noche, cenamos el tío, yo y los niños.  Le dije al tío que no se fuera, pues no sabía como vendría Amilcar.  Yo lo llamaba por el móvil, pero no me contestaba.  Los niños se fueron a dormir a su habitación. Ya eran las 10:00 pm y ni señales de mi esposo.  Yo estaba sentada en la sala tomando café con el tío, el me vió yo lo vi y nos abrazamos a cada momento. Nunca hablamos de lo sucedido aquella noche.  A la media hora, el tío Guillermo me dijo que tenía que irse a su casa. Yo lo detuve, le tomé la mano y lo llevé a mi recamara, lo abracé y le dije -no te vayas...hazme el amor..- y le busqué la boca, nos besamos muy rico, nos fuimos sin dejar de besarnos hasta la cama, caímos allí y seguimos besándonos con mucha lengua.  El me sacó la blusa y el sostén y me mamó mis senos y pezones, su boca se comía mis tetitas literalmente, luego subía a mi cuello y mi boca para besarmelas.  Sus manos tocaban mis nalgas.  Yo tenía que hacer algo también, así que le fui ...