1. Euterpe y Tauro (4)


    Fecha: 24/07/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos

    ... veces, vale por toda una vida… “Llegar a ser figura del toreo es casi un milagro; pero al que lo logra, un toro podrá quitarle la vida…pero nada ni nadie podrá ya nunca quitarle LA GLORIA”, que escribiera un poeta… (4)
    
    Pero vamos al punto en que, realmente, empieza este Epílogo. Es Diciembre de 2014, ese tercer año que Juan y Elena llevan juntos, y en San Petersburgo, en su sala “Octubre”, la de los grandes éxitos de Elena, Yelena, donde, en estos momentos ella está dando un concierto. Va ya casi vencida la segunda parte del espectáculo, lo que significa que éste está ya a punto de terminar, entre el clamor de un público fervorosamente entregado a la artista, verdadero ídolo de las multitudes rusas
    
    Describamos ahora cómo aparece Elena. Lleva el pelo, negro como la noche, cual ala de cuervo, largo hasta la cintura cuando se lo suelta, en estos momentos recogido en un moño a la nuca; pendientes largos, hasta acariciar la base del largo, níveo, cuello de cisne blanco… Viste chaquetilla negra, entallada, muy, muy entallada, con un escote por delante que de pocas no le llega al ombligo, con lo que el famoso ”canalillo” de sus senos, blancos como la nieve, tersos, turgentes, abarcaba ambos semi-hemisferios. Tras interpretar la última canción, se ha tomado un escasísimo descanso, para refrescarse, cara y boca, con un poco de agua; luego, algo recuperada del agobio debido, mucho más, a su pasional interpretación de las canciones que a la calefacción del local, se dirigió al ...
    ... proscenio, a recoger los ramos de flores que el público, enardecido, le ofrenda, en rendido vasallaje a su arte, para, finalmente, regresar al micrófono. Lo toma en su mano, quitándolo del largo soporte, y se dirige al público en su lengua vernácula, la de todos los presentes
    
    – Si me lo permitís, ahora desearía presentaros a los dos hombres de mi vida… A mis dos “Vanechkas”
    
    Al momento, el cañón, con el foco luminoso, enfocó un bastidor, (lateral del escenario), a la derecha del público. Allí, más en Babia que otra cosa, estaba Juan, con el pequeño Juanito a su lado, ausente a todo cuanto no fuera embelesarse, viendo y oyendo, a su más que querida mujercita… Vamos, que ni se enteró de que ahora le tocaba salir al escenario, con el hijito de ambos de la mano. Fue una asistente, una especie de “script”, que, más por señas que hablándole, pues él, aún para tales entonces, de “ruski”, ni palabra, que ya le vale, le hizo entender lo que de él se esperaba en tal momento
    
    Así que, finalmente, más “cortao” que si acabara de tragarse un “bocata” de cuchillas de afeitar, con el pequeño de la mano y los dos de riguroso smoking, empezó a internarse en la escena, mientras la banda que acompañaba a Yelena en su actuación, atacaba el “Toreador”, de la ópera “Carmen”, de Bicett, y en la pantalla gigante que cubría todo el fondo del escenario, Juan Gallardo, de torero, envolviéndose en el capote de paseo, en el patio de cuadrillas de la Maestranza sevillana. Seguidamente, sin casi ...
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