1. Doce albañiles y un jovencito


    Fecha: 10/07/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    No evite sentirme atraído a entrar a aquella construcción, no conocía la razón del magnetismo que me llevo hasta los escombros y laberintos de ese edificio en construcción cuando solo tenía doce años de edad, ahora que soy un adulto se que nada más poderoso que el olor a testosterona que ambientaba aquel lugar hediondo a orine rancio y sudor de macho, lo que para mí era un gran deleite aunque no lo supiera. Había estado jugando con mis amigos del callejón y tras una pelea en la que me sentí muy frustrado me fui de regreso a casa aun temprano para volver, eran las cuatro de la tarde y varios obreros de la construcción iban saliendo por el portón de de verjas cercadas en alfajor pero habían algunos otros que se quedaron dentro, a través del cercado pude ver como se adentraron en una caseta que les servía de barraca para vestirse y descansar. Siempre había visto a estos albañiles de paso al callejón, eran unos hombres robustos y velludos algunos blancos otros morenos y algunos negros tanto como cualquier hombre africano, vestían jeans sucios de arena y cemento y la piel del rostro y los musculosos brazos era siempre sudorosa, ninguno poseía una dentadura del todo blanca, el cigarrillo les había manchado los dientes del típico tono amarillento, me sentía muy excitado de verlos todo el tiempo aunque me costara entonces admitirlo, pero solo de ver sus paquetes abultados en la entrepierna me enloquecía. Recordaba la pornografía que muchas veces le había robado a mi hermano mayor ...
    ... donde una mujer era cogida por decenas de hombres mecánicos con vergas enorme y deseaba yo protagonizar una escena similar con aquellos machos de la construcción. Entre el sentimiento de molestia que traía y la disponibilidad de tiempo que tenia por haberme devuelto temprano del callejón; decidí entonces entrar a la construcción y espiar a los machos que de seguro estarían cambiándose de ropa en la barraca. Cruce un agujero de la cerca si dificultada pues no era un muchacho de gran tamaño, más bien era bajito, de piel clara y cabellos castaños cayendo en rulos sobre mi frente y tras mi cabeza no era gordo pero si ligeramente rollizo y lo que me dotaba de buenas piernas bastante gruesas y unas nalgas redondas y prominentes. Una vez dentro camine hasta la pared de atrás de la barraca y me asome por el espacio entre el techo de asbesto sobre las vigas y la pared y vi no menos que a una docena de machos viriles moverse de un lado a otro algunos en calzoncillos y otros de pleno desnudos, con unas vergas grandísimas que le colgaban, solo de ver aquel espectáculo me encendí y mi pequeña pollita se endureció, eran grandes musculosos y peludos, era un gran sueño para mí. Así que quise buscar otro ángulo para ver mejor. Di la vuelta y encontrar un gran agujero, casi un boquete que mostraba aquella habitación desde el centro, así observaba las grandes pollotas que pendían de las entrepiernas y esos enorme huevos pesados que me hacían delirar me deleite tanto con aquella visión que no me ...
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