1. Violado en pandemia


    Fecha: 23/05/2023, Categorías: No Consentido Autor: LSC, Fuente: CuentoRelatos

    ... para la cama y veo que tiene en una mano, el lubricante y que también trae un par de sobres del lubricante que traen los Prime.
    
    Sin decir palabra, se posiciona nuevamente en rodillas ante mi culo. Escucho que abre los sobres de lubricante con los dientes. Me unta un poco en el agujero y el resto se lo pone en la pija, arriba del forro, digamos.
    
    Luego, destapa el envase del lubricante (Me acuerdo como si estuviera escuchando ahora mismo el sonido de la tapa). Me lo tira justo en el hoyo (lo siento como si me hubiera tirado frío) y lo esparce con la otra mano, para todos lados. También se pone en la pija.
    
    Trataba de no pensar en nada, pero en ese momento la cabeza me iba a mil por hora. Hasta llegué a pensar: “Ojalá que se le resbale y no entre” pero que equivocado que estaba…
    
    Sentía como caía dentro de mí esa mezcla de lubricantes, que encima hacía que me sonara el culo. Me hacía “Plop, Plop, Plop”, ya que el culo no paraba de latirme por los nervios.
    
    Lo peor fue que también el viejo se da cuenta y me dice:
    
    E – “Bueno pibe, si no entra ahora, no entra más. Relajá”.
    
    Yo seguía duro como nunca, tensionado a mil, pero siento como el bufarrón me la quiere meter a toda costa, sin importarle nada más.
    
    Empieza a frotarme su pija contra mi culo, la mueve con la mano de arriba hacia abajo, hasta que la coloca, apuntando como un misil a su objetivo (Que, dicho sea de paso, no sé como hizo para que se le pare. Supongo que se habrá tomado un Viagra ...
    ... antes).
    
    Finalmente me abre una nalga con una mano y con la otra se agarra la pija para metérmela. Lo peor es que lo logra, apenas, en un principio, ya que siento como empieza a entrar de a poco.
    
    A esta altura era imposible realizar cualquier acción por parte mía; Ya había perdido como el mejor.
    
    Me la sigue metiendo y yo siento como, a medida que lo hace, va rompiendo todo a su paso. Empiezo a sentir un dolor indescriptible, como nunca había sentido antes.
    
    Hago fuerza por no gritar, pero se me es imposible. El dolor me obliga a hacerlo. De todas maneras, trato de no gritar fuerte, trato de contenerme lo más que puedo.
    
    El viejo, que estaba como loco y ya me había agarrado de las dos caderas para culearme como un rey, me dice:
    
    E – “Pfff pibe, que cerrado que lo tenés. Me encanta…”
    
    Ya la sentía adentro toda la del viejo, mientras me tenía bien fuerte agarrado de las caderas y me movía de atrás para adelante, como una hamaca. Lo único que yo quería y que pedía era que terminara todo pronto de una puta vez.
    
    En un momento, el viejo para y me pide que me abra los cantos. Ni pensé en discutir o negarme, además ya a esa altura… Así que me llevo las manos atrás y me abro las nalgas, mientras tengo la pija del viejo adentro.
    
    Se nota que esta acción lo calentó, pero mal, al viejo porque me dice:
    
    E – “Todo abierto, así me gusta pibe, así me gusta… ¡ABIERTO!”
    
    Pensé que se moría ahí mismo, pero no. Solamente era para seguir humillándome más.
    
    Habían pasado minutos ...
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