1. Cuando la calentura aprieta (10)


    Fecha: 18/05/2023, Categorías: Infidelidad Autor: rosamarsan, Fuente: CuentoRelatos

    ... contestó que si quería me fuera y él me acompañaba. Nuevamente la locura volvió a mí. No me lo pensé siquiera, le dije que se viniera conmigo y nos fuimos al chalet rápidamente.
    
    Al llegar sin decir nada apenas, me abalance sobre él y besándonos apasionadamente, nos dirigimos a mi dormitorio. Bruscamente me empujó en la cama y me quitó la braga del bikini, yo medio tumbada con mi lengua jugando con la suya, él mientras con su mano pajeando mi coño que ya estaba húmedo por la situación. Bajó a mis pechos y empezó a mamarlos fuertemente, de ahí se dirigió hacia mi coño y con un ansia voraz empezó a comerlo.
    
    El placer que me estaba dando era inmenso. Volvió a subir y nuevamente me chupaba mis senos a la vez que mordía los pezones. Su boca se juntó otra vez con la mía, mientras me besaba me penetró de repente, debido a lo rápido de la situación, yo no había visto su polla, pero según pude sentir era bastante grande. Me levantó las piernas con sus manos y siguió follándome duramente. No tardó en conseguir que me corriera. Pese a su juventud sabia follar muy bien. Pese a haberme yo corrido él siguió con su ritmo, no se cansaba, seguía y seguía sin parar ni a respirar.
    
    De repente igual de brusco que había empezado, paró y me dio la vuelta poniéndome a cuatro patas y nuevamente empezó a follarme muy fuerte, me volvía a sentir nuevamente llena de polla, mi segundo orgasmo no tardó en llegar. Justo cuando estaba teniéndolo, su mano cogió mi cuello y empezó a apretarme, eso ...
    ... hizo que mi placer se intensificara. Me levantó y me dio la vuelta y volvió a meter la lengua en mi boca, mientras me follaba de pie.
    
    Luego se sentó en la cama y yo me subí de espaldas a él y comencé a cabalgar, mientras no paraba de subir y bajar él con su mano estimulaba mi clítoris. Me paré, me giré hacia él, me subí y mis piernas le rodearon, me penetró y pude sentir su polla llegando hasta lo más hondo de mi, mis cabalgadas hicieron que volviera correrme. Mis piernas temblaban, yo ya estaba agotada y él seguía como si apenas hubiéramos empezado.
    
    Sin sacar su polla de mí, me levantó en el aire y me tumbó en la cama y el encima siguió con sus fuertes embestidas, yo era una muñeca en sus manos ya que no podía ni moverme, tras un buen rato intuí otro orgasmo que no tardó en llegar, mi mente estaba totalmente nublada, era como una droga de placer. De pronto sus gemidos aumentaron, sacó su polla y pude sentir su leche caliente caer encima de mi coño, llegando incluso a mi vientre. Pese a que no se le notaba durante el acto cansado, cayó encima mío rendido.
    
    Tras quedarnos un pequeño rato en esa postura, sintiendo como su polla se relajaba, miré el reloj y eran más de las una y media. Por lo cual apresurándole, entramos al baño y mientras yo me duchaba, él se limpiaba un poco. Me vestí con la intención de dirigirme al restaurante, no sin antes aclarar que una vez estuviera en la universidad, tendríamos más de un encuentro.
    
    Ni que decir hay que mientras viajaba de ...