1. Purificación. El despecho de una joven adultera


    Fecha: 09/05/2023, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... y susurrándole… – Por favor deja que se quede con el perro… Y te prometo que te daré una sorpresita, dijo esto en el tono más sensual que pudo.
    
    Entonces Cesar supo que no podría resistirse más a su amada, perdió. – Muy bien… muy bien… nos lo quedamos, dijo Cesar.
    
    Purificación notó como se le iluminaba el rostro a su hijo – ¿De… de veras? preguntó el niño no creyendo lo que escuchaba. – Si… pero con una condición… Tú te harás cargo de la mascota… le darás de comer y todas esas cosas… si empiezas a fallar el perro simplemente se va… ¿me entiendes?
    
    Purificación sabía que Jacobo no podría hacerse totalmente con el cargo del perro, pero también sabía que con que lo intentara era suficiente para Cesar. – Claro papi no te defraudaré… te lo prometo, dijo Jacobo quien rápidamente arrebató el cachorro a su madre y alejándose de allí gritaba nombres de perro.
    
    Cuando ambos se quedaron solos siguieron hablando. – Creo que lo consentimos demasiado…, dijo Cesar quien aún abrazaba a Puri.
    
    – No… yo creo que tú me consientes mucho a mi…, Purificación sonaba coqueta, dulce, provocadora, en definitiva como era ella por naturaleza.
    
    – Claro… es que con esas proposiciones que me haces es imposible decirte que no…, la mirada de ella no denotaba lujuria, sino verdadero y profundo amor. – Puri… ¿sabes que te amo verdad?
    
    – Sí lo sé... Yo también te amo. La rubia se separó de aquel abrazo y tiernamente se besaron.
    
    En ese momento pensaba que así debían ser todos sus días, sin ...
    ... preocupaciones, sin miedos, sin temores, sin problemas. Cuando terminaron de besarse, se levantaron del césped con la intención de ir a servirse un refresco. Fue cuando la Rubia se dio cuenta que algo andaba mal, las risas y el barullo que hacían las demás personas en el parque había desaparecido, buscó con su mirada y no vio a nadie más en ese parque, salvo a su esposo quien iba frente a ella. El luminoso sol que hasta hacía momentos reinaba fue sustituido por nubes negras, el viento soplaba fuertemente con amenazantes aires de lluvia, por lo visto habría una gran tormenta.
    
    – ¡Jacobo…! ¡¡Jacobo…!! Gritaba Purificación, el niño extrañamente había desaparecido junto con la demás gente. La rubia desesperada buscaba con su mirada, intentando dar con alguna pista del paradero de su bebé.
    
    – ¡Cesar…! ¡Jacobo no está…! ¡¡Cesar…!!Por más que Puri llamaba a su esposo este no giraba a mirarla ¡Te estoy hablando…¡¡¡Contestaaa…!!
    
    Las lágrimas brotaron de sus bellos ojos azules, pero por alguna razón no podía ir en busca del niño, sus músculos no le respondían. Cesar dio media vuelta quedando frente a ella. – Purificación… ¿eres feliz? Le preguntó Cesar a su esposa con una mirada sombría, carente de expresión.
    
    La casada no entendía que sucedía, ¿Por qué no podía mover sus piernas?, ¿Por qué Cesar preguntaba eso cuando su niño había desaparecido? Y lo más importante… ¿Dónde había ido Jacobo? ¿Por qué me preguntas eso?… – Debemos buscar a Jacobo…! rapi…, la voz de la chica fue ...
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