1. La dependienta de la carnicería


    Fecha: 06/05/2023, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... la pasada semana cuando salía al balcón por las mañanas siempre veía a alguien durmiendo cerca del balcón y ahora ya no" confesó Chus. En ese momento me entró una excitación por el cuerpo que lo primero que reaccionó fue mi miembro que empezó a subir como si tuviera un muelle.
    
    "¿Espías a los vecinos, Chus?"
    
    "Por supuesto que no. Es que me alegra el día ver otras carnes y no siempre las de mi marido". Aquellas palabras hacían que mi miembro siguiera aumentando el tamaño y apretando mi pantalón, subí a casa y fui directamente al baño a masturbarme pensando en Chus.
    
    A la mañana siguiente puse mi despertador a las 6 h. para preparar el escenario para cuando saliera Chus al balcón. Puse el colchón en la puerta y un espejo puesto de tal manera que viera a Chus sin que ella pudiera ver que la estaba vigilando cada uno de sus movimientos y reacciones y me tumbé a esperar a que saliera.
    
    El tiempo de espera fue excitante y mi miembro fue adquiriendo unas dimensiones que me iban muy bien para mi propósito de que Chus pensara que era la "Excitación mañanera". Cuando vi que la luz de la cocina de Chus se encendía me puse de lado para que no viera directamente mi extremidad, quería que corriera su imaginación, y en ese momento apareció. Solo verme apoyó sus brazos sobre la barandilla del balcón como si fuera a pasar un rato allí. Chus llevaba un camisón de tirantes que le llegaba por encima de las rodillas y el pelo despeinado.
    
    Yo me giré para que pudiera ver todo el ...
    ... esplendor del tema, Chus se movió un poco para tener mejor vista, mis manos empezaron a recorrer mi cuerpo lentamente hasta encontrar mi barra de hierro la cual agarré y empecé a masturbarme. Yo miraba la miraba a través del espejo, cruzó las piernas, las movía como si tuviera algo entre ellas y sus manos buscaban sus pechos. Yo seguía con mi vaivén lento, pero seguro, entonces vi como Chus se introducía una de sus manos por debajo el camisón buscando un pezón, el cual pellizco tanto que el tirante del camisón se le cayó por el brazo dejando ver una de sus tetas, eso me excitaba aún más y mi mente empezó a lamerlas con desesperación, mi mano acelero el compás de la masturbación, mi excitación era tan elevada que me corrí mientras miraba a Chus por el espejo, esparcí toda la leche por encima de mi estómago y luego con mí mano la repartí por mi pecho como si fuera una pomada.
    
    Dejé pasar un minuto y me levanté, ella seguía allí, pero esta vez sí que nos cruzamos las miradas directamente, Chus sin ningún pudor me levantó la mano como dándome los buenos días, yo respondí con el mismo gesto y una sonrisa.
    
    Esa misma tarde, a última hora, fui a comprar y no había nadie en la tienda.
    
    "Hoy vuelve a hacer calor". Me dijo.
    
    "Pues yo no lo noto".
    
    "Pues debo ser yo, pero desde esta mañana estoy ardiendo, como si tuviera fuego en el cuerpo".
    
    "Ha probado a ducharse, a veces…"
    
    "Esto no se arregla con una ducha, Carlos, necesito algo más duro"
    
    Pasados unos días de mi ...
«1234...»