1. Laura, una profesora doblegada por sus alumnos (2)


    Fecha: 01/05/2023, Categorías: No Consentido Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    La profesora entró al baño y se metió a la bañera. Abrió la llave de la ducha, recibiendo el agua fría, cosa que la relajó. El semen impregnado en su rostro se deslizó, junto con el agua, y después de recorrer su cuerpo fue a parar a la rejilla de desagüe. Estaba acostumbrada a llevar una vida al extremo, pero esto estaba llegando muy lejos. Se acababa de acostar con dos de sus alumnos. En realidad, la obligaron, pero a esos dos degenerados les traía sin cuidado si ella realmente los deseaba o no. ¿Cómo había empezado todo? Se preguntaba mientras oía a los chicos, en la habitación, conversar entre ellos.
    
    Culpar al sexópata de Mauro, quien hace unos minutos la había humillado, diciéndole palabras ultrajantes al oído, mientras la poseía, sería injusto. Mucho menos justo sería atribuir lo sucedido a Carlos, un chico que a sus dieciocho años parecía de catorce, tanto física como mentalmente. Él sólo se vio enfrentado a una situación en la que cualquier hombre sacaría provecho. Por supuesto que eran unos malditos, pero no, no eran ellos el problema, sino la propia Laura, que no podía evitar tener relaciones tóxicas.
    
    Frotó su sexo con vehemencia, mientras oía la voz inmadura de Carlos, que le decía algo a su cómplice. No alcanzaba a escuchar las palabras, pero seguramente estarían hablando de ella. ¿Será que Mauro le estaba contando cómo la había chantajeado? Se preguntaba Laura, aunque se inclinaba más a creer que el gordo ese se estaría inventando una mentira, en donde ella ...
    ... caía rendida ante él, tal vez debido a su irresistible pija. Nada más lejos de la realidad. Lo de Mauro fue una casualidad, una funesta casualidad.
    
    Mientras el agua salía cada vez más caliente, sintió rabia al recordar cómo habían sucedido las cosas. Primero conoció a Sergio. Era un hombre bajito, y pelado, un tipo que no valía gran cosa, pero que se había ganado un lugar en la cama de Laura, mediante su constante insistencia. Es que Laura era así, no podía decir que no a nada, y era una mujer sumamente sexual, por lo que siempre terminaba encamándose con tipos que en realidad no quería. Hasta el momento no había tenido mayores problemas. Prefería acostarse con tipos casados, para luego poder sacárselos de encima con facilidad, y esto casi siempre le resultaba.
    
    Nunca pudo llegar a la raíz de su obsesión por complacer a los hombres. Un psicólogo le había explicado que probablemente todo había comenzado con la muerte de su padre, pero no tuvo tiempo de ahondar en el tema, porque debió abandonar terapia abruptamente. El propio terapeuta se le había insinuado, y ella, cuando no, se lo cogió de todas las maneras que conocía.
    
    Laura sale de su ensimismamiento un rato y se da cuenta de que ya no escucha a los adolescentes conversar en su cuarto. Se fueron por fin, piensa, mientras se frota el rostro, ahí donde Mauro había acabado. Siente desprecio de sí misma porque no pudo evitar disfrutar, por momentos, mientras su alumno la violaba. Siempre era lo mismo, se dejaba llevar ...
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