Compartiendo amante con mis amigas? - Relatos Eróticos

Compartiendo amante con mis amigas?

Las semanas pasaron y mi amiga casada se convirtió en la nueva puta de nuestro amigo, el muy cabrón me seguía mandando videos y fotos de las salvajes cogidas que le daba, solo que en esta ocasión estos materiales yo no los compartía con nadie, siempre veía el material con mucha atención, siempre sola y para ser sincera muchas veces desnuda o con poca ropa.

Las cosas con mis amigas cambiaron un poco en el sentido de la comunicación sobre este tema, pero no en el de la amistad, aunque todas sabíamos lo que éste cabrón les había hecho, algo cambió en el ambiente que sus encuentros se convirtieron en un tema del que dejamos de hablar.

Así yo me enteraba de los encuentros por los mensajes que me mandaba Reynaldo y no por las conversaciones de la casada, por lo que deducía la amiga puta ya no gozaba de las delicias de su enorme miembro, al parecer ahora la casada era quien tenía prioridad en materia sexual.

Yo por mi parte recibía los mensajes, veía las fotos y los videos pero nunca contestaba, así duramos varias semanas siempre con la misma dinámica.

No sé si haya sido casualidad pero en ese tiempo mi calentura estaba al máximo y mi puteria lo mismo, cada vez era más morbosa, me calentaba con mucha facilidad y estaba muy dispuesta a llevar a cabo la ideas perversas de mi novio, me gustaba el concepto de ir cada vez más lejos, de ir cruzando límites.

Por poner algunos ejemplos, cada vez que salía con mi novio, cada vez me gustaba más vestirme más y más sexy, varias ...

... veces me confundieron con puta y a mi simplemente me encantaba, en los lugares con mucha gente me encantaba caminar entre hombres varias veces me metieron mano y yo me calentaba en extremo, además gozaba sobre manera embarrarle mis tetas a los hombres en su espalda de camino al baño o al acercarme a la barra.

Cuando llegamos a salir de viaje mi puteria era aún mayor, mis atuendos eran cada vez más descarados, coqueteaba con casi cualquiera que se me acercara, en cada ocasión que me quedaba sola en la playa o cuando mi novio iba por bebidas o al baño, propiciaba que los hombres se me acercaran, me tocaran y en general perdieran sus estribos por mi cuerpo de puta.

Con todo y todo nunca le ponía los cuernos a mi novio aunque mi fantasía era cada vez más recurrente, cada vez que hacía alguna travesura, terminaba contándole todo a mi novio mientras me cogía, siempre lo conté todo o al menos casi todo.

Este tipo de relación tan llena de morbo, comenzó a tener algunas repercusiones, poco a poco nuestra relación se convirtió en más sexual y menos sentimental, mi novio no se le veían muchas intenciones de tener una relación más seria y formal y yo empezaba a resentirlo, si él quería una puta solamente, empezaba a analizar la posibilidad de dársela.

Así que reflexione muchas veces en saber hacia dónde iba nuestra relación, como toda mujer siempre se busca una pareja seria y estable, y en un inicio yo pensaba en mi novio como ese tipo de persona, para ese momento mi visión ...