1. Negruras existenciales


    Fecha: 17/03/2023, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Thotem, Fuente: CuentoRelatos

    ... Automático Momentum? y de paso dejamos a Mazambo, ya que vivimos en el mismo edificio?
    
    — Faltaría más — dijo Pamela en tono distraído y dubitante.
    
    El Cresta se puso al volante, Mazambo en el asiento trasero con Pamela, que ya le rodeo el cuello con su brazo, Pamela pudo oler esa transpiración del cuerpo de Mazambo. Pamela llevaba un vestido negro discreto el cual le fue subido hasta dejar a la vista su tanga negro, llevaba medias negras hasta las rodillas. Mozambo le aparto el tanga y asomo una raja depilada. Mozambo la miró a los ojos y dijo:
    
    — ¿Quieres probar un rabo de verdad?
    
    — No… no… no… no sé… — balbuceó Pamela
    
    Mozambo se bajó los vaqueros, una gran polla negra salió propulsada firme y tensada hacía arriba, Mozambo le agachó la cabeza y Pamela intento tragar el sable ofrecido, pero no podía acapararlo si no hasta la mitad, también era una polla de gran grosor, por lo que sus mandíbulas debían hacer un gran esfuerzo. Motambo le atenazo el cuello y lo presiono hasta que Pamela noto su faringe obstruida, le faltaba el aliento, empezó a respirar por la nariz de forma sonora hasta que le salió mucosidad. Mozambo la soltó, ella cogió aliento pesadamente. La tenía delante, ese glande negro, el tronco interminable hasta donde empezaban unos grandes testículos colgantes. Aún con la respiración jadeante Mozambo le comió la boca, su lengua era roja y salivaba. Mozambo no cabía apenas en la parte trasera.
    
    Llegaron al bloque de pisos, una mujer rubia con una ...
    ... barriga prominente estaba asomada al balcón. Motambo se subió los pantalones y dijo:
    
    — No hay nada como llegar a casa y que te esperen. ¿Supongo que vienes a tomarte algo arriba, o no, nena? ¿acaso tu marido te echara de menos…?
    
    — No… no… sé… es… qué… bueno… — dijo Pamela.
    
    Ya que Pamela en un arrebato de valentía había ido con ellos y nunca se hubiera imaginado ni ella misma ese arranque desinhibición se dijo a ella misma, por qué no.
    
    Entraron en el edificio, entraron en el ascensor, Pamela estaba sudorosa, los nervios a flor de piel, Mozambo la escrutaba con la mirada, lo más destacable era el blanco de sus ojos en contraste con toda la piel negra. Pamela apenas le llegaba a la barbilla, podía ver la camiseta azul desmangada con las letras de publicidad de preservativos “Durex Love Sex”.
    
    — Si los compras al por mayor vienen regalos — dijo Mozambo al verla con la mirada fija en la letras.
    
    — Es la mejor marca, yo he usado otras marcas, pero la que te sientes más seguro es esa — dijo en tono profesional el Cresta.
    
    El ascensor se paró en el tercer piso, allí ya esperaba la chica del balcón con un raído pijama, sus brazos descansaban sobre la barriga. Mozambo la saludo y el Cresta la beso efusivamente, mientras la puerta del ascensor se cerraba pudo oír a la chica:
    
    — Otra madurona desesperada, tu compañero nunca se cansa.
    
    Entraron en el apartamento, después de un pequeño recibidor había un gran salón con un sofá cama ya predispuesto, las luces eran tenues y ...
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