1. La decoradora de interiores


    Fecha: 16/03/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Cuando esto ocurrió, llevaba 6 años casado, y por aquel entonces tenía ya una hija, que era una preciosidad de 3 años. Yo entonces tenía 31 años y mi matrimonio iba muy bien, sin ningún problema. Económicamente no estábamos mal, y nos llevábamos muy bien, pero desde el nacimiento de nuestra hija, el sexo se había convertido en una rareza, y cada vez follábamos menos.
    
    Físicamente mi mujer está bastante buena, si bien su forma de vestir es bastante discreta. Pese a que sabe desde siempre que los tacones me vuelven loco, no ha sido nunca usuaria de ellos, salvo en celebraciones especiales. Ella es mucho menos sexual que yo, siempre ha sido así, y la verdad es que se conforma con mucho menos, pero en mi caso, aparte de que me paso el día con el sexo en la mente, cuando me pongo a follar, me gusta estirarlo todo lo posible. Mi mujer se conforma con poco, pero a mí no me gustan nada los polvos rápidos, porque salvo que sean por un arrebato de excitación repentina, me dejan con el mal sabor de boca típico de cuando te quedas a medias. De vez en cuando, como ella siempre decía que estaba cansada, nos masturbábamos mutuamente, pero hacíamos eso como sustitución de una buena sesión de sexo. El caso es que nos habíamos convertido en uno de tantos matrimonios, que cada vez tienen menos sexo. Habíamos caído en la rutina demasiado pronto.
    
    Pese a todo, a mí no se me había pasado por la cabeza serle infiel buscando el sexo fuera de casa. Sencillamente me masturbaba para suplir el ...
    ... sexo que no teníamos juntos. Ella no preguntaba, ni decía nada al respecto, pero supongo que siempre se lo ha imaginado. De todas formas me daba igual, solo faltaría que le hubiese molestado que me masturbase…
    
    Por aquella época yo ya había descubierto cuánto me gustaba leer relatos eróticos, y ya los utilizaba para excitarme e imaginarme siendo el protagonista de aquellos que más me excitaban, y masturbarme sintiéndome parte de esas historias. Aquello no hizo nada más que aumentar mi morbo, e ir despertando un lado de mi sexualidad que hacía tiempo que llevaba dormido. Pero eso ya os lo contaré en otros relatos, que me lío… jajajaja.
    
    El caso es que tras varios años en nuestro primer piso, que pese a haberlo comprado con toda la ilusión, hay que reconocer que era pequeñito y mal orientado, decidimos comprar uno más grande y con más luz. Como no teníamos prisa, fuimos muy selectivos, y tardamos en encontrar el adecuado, pero finalmente apareció, y pese a necesitar alguna reforma, enseguida supimos que ese iba a ser nuestro nuevo hogar.
    
    Cuando terminamos con la reforma, empezamos a pensar en los muebles, porque con los muebles que teníamos en nuestro pequeño piso, no alcanzaba ni para la mitad de lo que necesitábamos en el nuevo, que era el doble de grande, así que otra vez sin prisa, iniciamos la tarea de buscar ideas de decoración, y tiendas de muebles que nos gustasen.
    
    En unas tiendas encontrabas algunas cosas que te podían gustar para alguna estancia de la casa en ...
«1234...8»