1. La última casada decente


    Fecha: 14/03/2023, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... pinchado en hueso.
    
    Fidel se fue de la oficina y Nieves empezó a echar de menos sus miradas, sus roces..., echaba de menos su presencia.
    
    El punto de inflexión en su aburrido matrimonio fue el día que llevó el coche al taller para hacerle una puesta a punto. Al bajar del coche y entrar en el taller le dijo a una mecánica veinteañera:
    
    -Venía a...
    
    No la dejó hablar, bajando la parte superior de la funda y dejando sus gordas tetas al aire, le dijo:
    
    -Sea lo que sea vuelve mañana. Voy a cerrar, Estoy hasta las tetas de tanto aceite. Vaya mierda de día, el jefe enfermo y yo, yo hasta el mismísimo coño.
    
    La mecánica era más alta que ella, ni guapa ni fea, fuerte, con el cabello negro muy cortito, ancha de caderas, con buenas tetas, buen culo y poca educación.
    
    Nieves le miró para las manos y vio que las tenía negras -acababa de hacer un cambio de aceite-, después le miró para las tetas, unas tetas gordas, con areolas oscuras y pezones cómo dedales. Le entraron ganas de orinar, y le preguntó:
    
    -Tenéis aseos.
    
    -¿Para mear o para cagar?
    
    -Necesito orinar.
    
    -Estás de suerte, ya que el papel se acabó. El retrete está al fondo a mano izquierda.
    
    Acabó Nieves de orinar y se levantó buscando papel higiénico para limpiar el coño, papel que ya le había dicho la mecánica que se había acabado. La mecánica abrió la puerta, vio su coño peludo, sus bragas en las rodillas, y en un tono más amable, le dijo:
    
    -Nunca me propusieron hacerlo en el cagadero mientras me ...
    ... miraban para las tetas.
    
    Nieves se quedó de piedra.
    
    -¿Qué yo, qué?
    
    -Ni jamás imaginé que mi marido me mandaría al taller un bombón cómo tú en el día de nuestro aniversario.
    
    Nieves estaba tan sofocada con aquella situación que ni cuenta se daba de que estaba con las bragas bajadas enseñando el coño.
    
    -No conozco a tu marido. Te estás equivocando conmigo.
    
    La mecánica fue a su lado y le metió la lengua en la boca. Nieves le metió una hostia que le puso la cara del revés y después le dijo:
    
    -¡Puta!
    
    La hostia rebotó y con eco, ya que la mecánica le largó en ambos lados de la cara y se la dejó roja y negra, después le escupió en la boca y le volvió a meter a lengua en la boca. Nieves sacó su genio.
    
    -¡O me dejas salir del inodoro o aquí se va a armar la mundial!
    
    -Me gusta lo que me propones. Escúpeme.
    
    -¡Estás loca!
    
    La mecánica le volvió a escupir y la volvió a besar, después le dio la vuelta, la puso contra la pared izquierda del inodoro, le puso una mano en la espalda, metió la cabeza debajo de su falda y le comió el culo bien comido sin que Nieves ofreciera más resistencia que decir:
    
    -O me dejas o te echo un pedo que te atufo, cerda.
    
    -Siii, suéltalo, cachonda!
    
    Le siguió comiendo el culo. Nieves hacía esfuerzos para no gemir, y se seguía resistiendo sin resistirse.
    
    -Vas a dejar de hacer esa guarrería.
    
    La mecánica le echó la mano al coño y vio que estaba empapada,
    
    -Mata a la mojigata dejando que te coma el coño hasta que te corras en mi ...
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