1. José y sus amigos


    Fecha: 11/03/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... puta, nadie te obligo a venir, viniste por tus ganas de verga.
    
    Ya no dije nada, el comenzó a mover el control dentro de mí, el dolor era fuerte, después me lo metía y sacaba, yo solo escuchaba a lo lejos como sus amigos le gritaban que siguiera, que me castigara por ser tan puta.
    
    En algún momento me sacó el control, se paró y fue por mi bolsa. De ella saco una botella de perfume, esta era de vidrio en forma de tubo. Yo aún me sentía fuera de este mundo sentí como me puso de perrito, y comenzó a meterme la botella en la vagina, después en el ano me metió el pene, se movía, no sé si rápido o lento. Yo parecía ya no estar a lo lejos sentí algo caliente en mi ano, por lo visto ya se había venido. Me acostó y me quede dormida.
    
    Una mano me movía para que me despertara, era doña Rosa.
    
    R -¿Qué paso Pamela? Hace más de una hora que tu sobrino salió con los otros muchachos.
    
    P –No sé, fue una cogida tan rara. José se está pasando.
    
    R -¿Qué vas a hacer?
    
    P –Hablaré con él.
    
    Doña Rosa me ayudó a pararme, me dijo que mi vagina estaba demasiado abierta, que esperaba que no me hubieran lastimado.
    
    Abrí mi bolsa para sacar mi ropa interior, no estaba, solo una nota que decía.
    
    Tía perdóname me excedí, espero no haberte lastimado, me gusta tratarme como puta pero lo de los objetos, usarlos tan rudamente, y pegarte tan duro con mi mano y después con el cinturón, fue una exageración. Tuve que darle tu braga a Octavio y German tu brassier para que se ...
    ... fueran. Probablemente ya no me quieras ver, pero te pido que aunque ya no tengamos nada que ver, me permitas disculparme, agradezco todo lo feliz que me hiciste en cada encuentro a cada momento y también fuera del sexo. Te quiero mucho. Por favor rompe esta nota después de leerla, no la vaya a ver mi tío.
    
    Me puse mi vestido, le agradecí la ayuda a doña Rosa. Agarre mi carro maneje hacia mi casa, eran las 9 de la noche. Pensaba en lo que decía en la nota, la cual rompí y la tiré en el bote de basura del cuarto. Pensaba en que nuestra relación se había acabado. Me estacione. Me sentí muy mal, no quería dejar a José. Tomé mi teléfono, le hablé.
    
    J –Hola tía perdón por todo.
    
    P –Mi amor, me dolió mucho lo del control, y los golpes jamás lo vuelvas a hacer, ni a mí ni a nadie.
    
    J –Sí tía te lo prometo.
    
    P –José quiero seguir siendo tu puta, acostarme con quien tú quieras, que me trates como a una perra, pero ya jamás hagamos lo de esta tarde no más ese tipo de rudeza.
    
    J –Sí tía, gracias por ser tan buena.
    
    P –Mi amor.
    
    J -¿Sí tía?
    
    P –Te amo.
    
    Colgué el teléfono y me fui a mi casa. Mi esposo estaba preocupado por mí, me vio mal, le invente que me habían asaltado. Me quiso llevar al doctor, le dije que prefería dormir que si para mañana no me sentía bien entonces iría al doctor. Me puse mi pijama en el baño, salí, me acosté, Arturo me abrazó y así me quede dormida. Al siguiente día amanecí un poco mejor, mi esposo se fue más tranquilo al verme mejor. 
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