1. Homo sapiens


    Fecha: 24/01/2023, Categorías: Gays Autor: zumurrud, Fuente: CuentoRelatos

    ... metros de distancia de mí. Creo que eso también les dio la pauta de lo que andábamos buscando.
    
    Por un momento todo fue silencio, hasta que uno de ellos se me acercó y se me sentó al lado. Charla de rutina para un levante de estos, habilité con mis comentarios para que pose su mano derecha en mi pierna izquierda y comience a acariciarme.
    
    Los otros dos miraban con ganas de acercarse, pero no se animaban quizás por la presencia de Eduardo.
    
    Las caricias aumentaban, me empezó a tocar las tetillas y aproximó su boca a mi cuello y oreja. Ahí empezó a pasarme su lengua y a manosearme cada vez más. Cuando levanté la vista, Edu estaba ya sin la toalla que lo protegía y había empezado a tocarse la verga. Disfrutaba lo que veía… y yo también disfrutaba la franela que me estaban dando y verlo a él tan caliente.
    
    Creo que su actitud fue la que animó a los otros dos chongos. Uno se ubicó a mi derecha y el otro frente a mí, pero lo corrí porque no dejaba que Edu me vea y se puso también a un costado. Ahora ya tenía seis manos encima, todas trabajaban, se ocuparon de retirar la toalla que me cubría, y se volaron las toallas que cubrían a mis nuevos tres amigos.
    
    Todo se empezó a poner bastante caliente. Ya sus pijas estaban duras, me apuntaban, pero no me iba a entregar tan fácil. Quería que ellos avancen y me manejen. Ellos eran los que tenían que tener el control, por lo menos así lo quería yo.
    
    El más desinhibido de los tres que estaba a mi izquierda, me pidió susurrando ...
    ... que me siente de costado a upa de él, y obvio que accedí. Ahí me tenía mejor para tocarme. Me besaba pero no mi boca. Mi cuello, oreja, hombro, me sostenía con su mano izquierda por detrás, y su mano derecha acariciaba mis piernas, fue acercándola cada vez más a mi entrepierna, con lo cual leí sus intenciones.
    
    Se lubricó los dedos con saliva y empezó a meterme el dedo mayor en la cola, como si fuera una suave penetración. A todo esto Edu estaba re al palo. Lo estaba disfrutando.
    
    A este ejercicio se sumaron los otros dos. Se empezaron a turnar para meterme dedos. Juro que nunca me metieron tantos dedos en el culo. Era como una obsesión que tenían. Uno me levantaba las piernas y me abría las nalgas, mientras el otro me metía sus dedos.
    
    Las pijas estaban muy duras, se pajeaban, pero aún no se las había ni tocado. La única que sentía era la del que me tenía a upa sentada encima de sus piernas, que estaba hecha una piedra.
    
    Edu tiene una pija bastante buena, pero nada fuera de lo normal. Uno de los nuevos amigos que habíamos hecho, realmente se pasaba de verga, pero era como el más tímido o miedoso, y eso me ponía algo impaciente.
    
    Yo no sabía hasta donde quería llegar Eduardo con esto, pero decidí probar yo el límite y de última que él diga “paremos”.
    
    Fue así que elegí la mejor pija de las tres para llevarme a la boca…la del tímido digamos… je!
    
    Era hermosa, estéticamente linda más allá de ser un tremendo trozo. La cabeza súper rosácea y brillaba como un espejo, ...