1. Homo sapiens


    Fecha: 24/01/2023, Categorías: Gays Autor: zumurrud, Fuente: CuentoRelatos

    ... pocos pendejos, como que se los cortaba, los huevos le colgaban de manera increíble, con lo cual no iba a parar hasta poder comérmelos.
    
    El que me tenía a upa fue perdiendo terreno, porque tenía medio limitados sus movimientos, e iba a ser imposible que le chupe la verga en esa posición. Empecé a chupar de a dos vergas y lo miraba a mi macho, que estaba cada vez más sacado de calentura.
    
    Seguí probando límites. Empecé a hacerle garganta profunda al tímido pijudo y me encantaba escuchar cómo se quejaba. Fue ahí que me comencé a ponerme chanchita jiji!
    
    Trataba de tragarme toda la verga pero era imposible. Ahí las arcadas y las lagrimitas estaban a la orden del día. Noté que el tímido estaba demasiado caliente. No solo lo veía en su cara y en su poronga al palo, sino que además con la chupada ya sentía el típico sabor del líquido preseminal, con lo cual sabía que en cualquier momento le sacaba todo el juguito.
    
    A todo esto Edu miraba y parecía que la pija le iba a explotar. Como vi que no decía nada, me arrodillé y comencé a comerme los huevos del tímido vergudo, que aprovechó para empezar a pajearse con mayor intensidad, buscando acabar.
    
    En mi boca ya tenía los dos huevos, la pija me la apoyaba en la cara, como haciéndomela oler, y yo ya olfateaba olor a lechita. Seguí comiendo huevo y cada vez mi boca se acercaba más a su culo, el que mi lengua buscaba con locura.
    
    Comenzó a gemir de manera habitual cuando una sabe que viene el regalito final… y me preparé para ...
    ... recibirlo, pero nunca dejé de comerle los huevos. Y vino, tremendo lechazo inicial, para después recibir dos o tres descargas más pequeñas. Esa pija se merecía que se la limpie a chupones, y eso hice.
    
    Mientras le sacaba hasta la última gota de leche al tímido –que resultó ser el más vivo al final-, se me acerca Edu, me toma del brazo y me dice de ir a nuestro gabinete privado. El show había terminado. Ahora la cosa era mano a mano con él. El tímido se descargó y recibió una buena mamada, los otros dos se quedaron con la lechita en la punta de la verga.
    
    Se reían con Edu. Le decían que no les podía hacer eso, que lo envidiaban por comerse el nene que se iba a comer, tan puto. A mí me gustó lo que charlaban, me calentaba aún más. Saber que no sólo iba a ser garchada por mi macho, sino que había otros tres a pocos metros que también me querían dar.
    
    Fue así que nos dirigimos al privado, y ahí Edu hizo de las suyas. Aunque en realidad fue todo algo breve digamos. El habitualmente no me echa más de un polvo, pero es un polvo que dura horrores. Privilegia la calidad por la cantidad, y la verdad es que disfruto ese único polvo que quizás valga por dos.
    
    El estaba muy caliente, y eso quizás le jugó en contra. Se la empecé a chupar como desesperada, yo estaba tan caliente como él. También ya se sentía el sabor de los primeros signos de lechita, que quizás también se confundían con los sabores que me había dejado el tímido en la boquita.
    
    Confirmé que era su lechita porque de ...