1. El portal


    Fecha: 23/01/2023, Categorías: No Consentido Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos

    ... baloncesto no pueden contener un paquete de generoso tamaño que no pasa desapercibido para la mujer. Ella vuelve a notar como sus flujos vaginales emanan de su interior mojando su tanga.
    
    El exceso de alcohol hace que no controlo su reacción más primaria y se muerde el labio inferior al tiempo que levanta una ceja sin dejar de mirarlo denotando así su deseo.
    
    Con todo el aplomo que pudo recorrió el trayecto desde la puerta hasta la escalera donde Eduardo permanecía fumando. El silencio fue roto por el ruido de sus zapatos de tacón negros. Su figura, pese a sus 43 años, era muy atractiva. Sus piernas bien torneadas se perdían bajo una minifalda vaquera que realzaba su culo. La blusa negra dejaba ver un precioso escote y su melena suelta enmarcaban su cara de femme fatal.
    
    Mayte esquivó a su vecino y justo al colocar el pie en el segundo escalón se apagó el temporizador de la luz de la escalera. La mujer se detuvo un segundo hasta que su vista se adaptó a la oscuridad. En el momento de reiniciar la marcha una mano grande y fuerte le tapó la boca tirando de ella hacia atrás. Notó como con el otro brazo Eduardo le rodeaba por la barriga y la levantaba en vilo. Ella cerró los ojos y los apretó con fuerza:
    
    -Cállate y no hagas ninguna tontería. –La voz de su vecino retumbaba en su cabeza mientras permanecía bloqueada.
    
    Era un juguete en manos de aquel tipo tremendamente fuerte. Cerró los ojos sin saber dónde la llevaba. Pensó en morderle y gritar pero temió que le pegase ...
    ... y… ¿por qué no?
    
    También temió que aquello no acabase como apuntaba. Cuando la mujer abrió los ojos descubrió que estaba en el cuarto de contadores, justo un piso por debajo del rellano. Allí nadie oiría nada. No tenía salida
    
    Eduardo la empujó contra la pared y se inclinó sobre ella. Sus miradas se cruzaron. El hombre respiró profundo junto a su oído y lamió su cuello. A la mujer se le erizó la piel entre el miedo y el deseo:
    
    -Hueles bien puta.
    
    Luego mordió sus labios intentando meterle la lengua pero ella se resistió. Cuando Eduardo se retiró le escupió:
    
    -Mo me obligues a pegarte zorra. -Amenazó con el ceño fruncido él y ella lo entendió perfectamente.
    
    -Por favor, déjame… -suplicó ella haciendo que la situación fuera un poco más humillantemente sexy.
    
    El hombre le levantó la minifalda hasta la cintura dejando al aire sus bonitas piernas desnudas apoyadas sobre los zapatos de tacón. Después retiró el tanga hacia un lado y masajeó el coño de Mayte solamente cubierto por una estrecha tira de vello púbico. Le introdujo un dedo y comprobó que manaba abundante flujo vaginal:
    
    -Así que te está gustando, ¿eh, puta?
    
    Ahora le introdujo otro, y otro. Mayte reaccionó cerrando los ojos y suspirando. Su vecino comenzó a follarla con los dedos y ella tuvo que taparse la boca con las manos para que sus gemidos de placer no la delataran.
    
    De manera brusca el hombre retiró los dedos de su coño y se los metió en la boca. Con la otra mano tiró de su melena, obligándola ...