1. Sometida por el bully de mi hijo (2)


    Fecha: 19/01/2023, Categorías: No Consentido Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    ... y que, además, iría con unos compañeros de escuela, ya que desde hace tiempo les había prometido que se reunirían a jugar a los videojuegos acá.
    
    Como era viernes, no vi inconveniente en ello. El fin de semana podía hacer los deberes. Le dije, muy animada, que no había problemas.
    
    A eso de las tres de la tarde escuché el alboroto mientras mi hijo llegaba con un grupo de chicos. No pensaba molestarlos. Además, al pobre Leandro siempre le hicieron la vida imposible por tener una mamá tan joven y linda. No quería que los chicos se pusieran muy babosos conmigo, así que sólo iría a la sala de estar para presentarme. Me puse un pantalón de jean bastante holgado, para no llamar la atención, y una remera blanca. Eso sí, mis tetas no se podían esconder en ninguna prenda.
    
    Había cinco chicos con Leandro. Me desagradó ver de quiénes se trataban. Estaba Robi, el chico rubio, carilindo y musculoso, que tanto detestaba. El hijo de Pierini, el tipo que me había humillado. Los otros cuatro los tenía de vista. Eran los compinches de Robi, todos repetidores de años, alguno incluso ya rondaba los veinte años.
    
    Todos estaban sentados en el living, frente a la tele, jugando a un viedojuego. Me dio mala espina verlos a todos ellos rodeando a mi hijo. Hasta hacía poco tiempo le hacían la vida imposible.
    
    Miré a Leandro. Parecía contento y relajado. Supuse que en los últimos meses habían limado asperezas.
    
    -Hola chicos. - Los saludé.
    
    Desde sus lugares, me saludaron con un "Hola ...
    ... señora Clara", al unísono. Se mostraron muy serios y educados, cosa que me confundió.
    
    -¿Quieren tomar algo? - pregunté.
    
    Fui a buscar coca cola y agua saborizada. Ellos tenían paquetes de papas fritas y otras snack sobre la mesa, así que no necesitaba ofrecerles comida.
    
    Me fui a la cocina, pensando en qué carajos estaba sucediendo. Incluso si la amistad era real, no me gustaba nada ver a mi hijo con esos trúhanes. ¿Pero qué pasaría si le decía que no se junte más con esos chicos? ¿Cómo reaccionaría Leandro, y qué pensaría el papá de Robi? Sentí escalofríos.
    
    Estuvieron jugando por más de una hora, hasta que dejé de escuchar el bochinche que venía del living. Ese silencio me pareció muy extraño. Fui a ver qué había pasado.
    
    Sólo había quedado una persona en casa: Robi.
    
    Estar a solas con ese mocoso engreído, bajo mi techo, me generaba una angustia indescriptible.
    
    -Se fueron a comprar más cosas para comer -comentó Robi, sin que se lo pregunte-. Yo les dije que me quedaba a terminar esta pantalla.
    
    -Está bien, así aclaramos algunas cosas- le dije.
    
    Robi soltó el Joystick y puso toda su atención en mí. De repente, la actitud seria que había mostrado cuando fui a saludarlos, desapareció. Su boca dibujó una sonrisa, y sus ojos se desviaron a mis tetas.
    
    -Mis ojos están acá - Le dije, con sequedad, señalándolos con mi dedo.
    
    -Tus ojos también son lindos -dijo, descaradamente- Pero tus tetas me hipnotizan.
    
    -Pendejo de mierda, sabía que la careta no te iba a ...
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