1. Una excitante sorpresa


    Fecha: 16/01/2023, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... en sus nalgas, empecé a oírte hacer un ruido de dolor muy intenso y a la vez el comenzó a emitir un –aaaaaaaaahhhhhhhh- muy fuerte, como si no le importara que lo escucharan o no pudiera evitarlo y en un momento preciso se silencio todo, de tus ojos continuaban brotando lágrimas de dolor, pero ya no mordías la almohada y respirabas mas relajada, el cayo tumbado sobre ti y comprendí que habían acabado, en el mismo instante que terminabas él había llenado tu culito de leche, habían terminado los dos juntos.
    
    Tu seguías boca abajo relajándote y el volvía a estar mirando el techo perdidamente, no lo mirabas, mirabas para el otro lado y una vez el pudo recuperar el aliento te miro viendo tu espalda y dijo –ahora si que hemos acabado- y al oír eso soltaste el aire y temblaste como si se tratara de un escalofríos, y entonces el te pregunto, -entonces si has acabado mejor de lo que comenzamos?- y sin dejar de darle la espalda asentiste con tu cabeza, -y aun mejor que la primera vez?- volvió a preguntarte. Y tu cabeza que aún no paraba de moverse volvió a coger fuerza para decir que si con mayor ímpetu, de frente podía verte como entre lágrimas te mordías el labio inferior de excitación al decir que si con la cabeza y mientras se incorporaba para recoger sus cosas el reconoció que habían sido tres ...
    ... horas de sexo salvaje como jamás había disfrutado en su vida, se arrimó a tu cara y te dijo –pero aún falta un detalle- y viendo que su polla estaba limpia y con unas gotitas de leche en la punta le diste la última lamida y chupada disfrutando de ese juguito que tanto te gustaba y dejándosela muy limpita.
    
    Se vistió, y se sentó a un costado tuyo en la cama y a modo de despedida te dijo –siempre que te veía me excitabas mucho, pero jamás imagine que ibas a ser tan putita y placentera follando- te dio un beso en la espalda, se levantó y salió de la habitación y salió de la casa traspasando el salón oscuro sin darse cuenta de mi presencia en la penumbra. Sin moverte más que solo una mano con la cual te veía que recorrías y acariciabas tu culito aun dilatado y excitado y ya secándote las lágrimas de los ojos preguntaste –sigues ahí?- me arrime a ti y estabas acostada, pude ver como aún se cerraba lentamente tu culito mientras brotaba de el la leche aun calentita con la que tu amante te lo habían llenado y la cual los dedos de tu mano esparcían por todo el perímetro de tu culito disfrutando de su viscosidad y su temperatura entre tus dedos. –estuve ahí en todo momento- te dije. Me miraste y me dijiste –quería sentirlo más, no pude evitarlo- a lo cual te respondí –gracias por querer siempre mas- 
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