1. Una excitante sorpresa


    Fecha: 16/01/2023, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... con la mano que tenía en tu cabello inclinaba tu cabeza hacia la izquierda y te daba mordiditas en tu cuello, entre mordida y mordida te dijo –indefensa hare contigo lo que quiera y como quiera- y por cómo se aceleró tu mano en tu coñito pude deducir que ese comentario te había excitado mucho.
    
    Disfrutando de la supuesta soledad que tenían volvió a embestirte, no lo hacía rápido ni con mucha fuerza, pero si de manera profunda, eran unos largos recorridos los que hacía para penetrarte, lo estabas disfrutando y yo, en la oscuridad, comenzaba a disfrutarlo también, parecía que yo podía sentir el roce de cada embestida de su polla en tu vagina, porque con cada uno de sus empujones mi polla se ponía más y más dura debajo de mis jeans. –Estas comenzando muy bien- le dijiste, entonces él se detuvo en ese momento y saco su polla de dentro de ti y te dijo –lo importante no es lo bien que yo comienzo sino lo bien que tu acabes, y te prometo que cuando terminemos no recordaras ni como comencé-.
    
    Al oír su comentario sonreíste mirando a la oscuridad, sabias perfectamente que estaba yo ahí viendo el espectáculo que me habías preparado, sin soltarte el cabello se puso de pie detrás de ti y por arriba de tu hombro derecho dejo asomar su polla, no tenía ningún parámetro para compararla pero era grande, se la veía larga y gorda, con la cabeza peladita y rosadita, su polla era muy blanca como lo era el, era muy venosa y llena de pliegues, estaba toda húmeda de estar en contacto con tus ...
    ... fluidos y como característica se veía que era torcida, todo el tronco de su polla se curvaba hacia su izquierda y su erección era más alta de lo normal, no quedaba horizontal sino que apuntaba un poco para arriba. Él era alto y estaba todo rasurado, no tenía ni un solo pelo en todo su cuerpo, eso era algo que no te atraía especialmente de un hombre por lo que estaba seguro que era la primera vez que lo veías sin ropa.
    
    Giraste un poco tu cabeza hacia la derecha y encontraste a un palmo de tu boca su glande, grande, empapadito y rosadito. Entreabriste un poco la boca y asomaste tímidamente tu lengua para darle un par de lamidas antes de meterte toda su cabecita en tu boca, con tu cara a un costado de su pene habías absorbido su cabeza con tu boca y por como abrías la boca parecía que no entraba más nada que su glande en tu boquita. El empezó a embestirte suavemente y yo podía ver como con cada una de esas embestidas se hinchaba por dentro tu mejilla izquierda, poco hacías, con tu mano izquierda continuabas tocándote y la derecha subía por entre sus nalgas recorriendo con suavidad su nalga derecha para perderse detrás de él, imagino yo que agarrada de sus nalgas.
    
    Yo no podía parar de tocarme la polla por encima de mis pantalones con lo excitante que era el espectáculo que me estabas brindando, te acomodaste para no estar de costado y te quedaste de rodillas pero ahora bien de frente a él, con la mano que te acariciabas le agarraste el tronco de su polla por la base y justo ...
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