1. Mi jefa


    Fecha: 16/01/2023, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... esperando que ocurriera alguna cosa. De repente empecé a oír unos sonidos que provenían de algunas de las puertas cerradas, eran como jadeos o gemidos muy tenues. Cuando comprendí que podían ser esos sonidos, la puerta más alejada a mí se abrió. Apareció la cabeza de Silvia, miro la salita vacía y con un gesto de su mano me pidió que fuera. Dejo su mano estirada y cuando se la cogí, tiro de mi con fuerza hacia el interior. Casi no me dio tiempo de entrar y cerrar la puerta que ya me estaba besando. El baño era muy parecido a la salita que había para entrar, la misma decoración pero un poco más reducido de espacio. Nos quedamos pegados tras la puerta. Su forma de besarme era apasionada, lujuriosa, con ganas de follar, y sin muchos preámbulos.
    
    Mis manos fueron a buscar su culo, para apretarla hacia mí y que notara en su vientre la dureza de mi polla. Subí rápidamente su vestido para tocar su piel y me di cuenta que no llevaba ropa interior, mis dedos se aferraron a sus desnudas nalgas y empecé a apretujar sus carnes. Como respuesta, ella se quieto su vestido por la cabeza, pudiendo ver que si llevaba sujetador y dejo su ropa sobre el lavabo.
    
    -- No quiero que se manche el vestido…me dijo justificando su acción.
    
    Me bajo la cremallera del pantalón de una manera rápida y brusca, sacando mi pene.
    
    -- Vaya polla que tienes, cabrón...dijo Silvia.
    
    Mientras desabroche el botón de la cintura de mi pantalón, cayendo ligeramente y dejando de oprimir mi pene. Este dejo de ...
    ... estar aprisionado y se extendió en todo apogeo. Lo cual por su expresión volvió a agradar a Silvia.
    
    -- Joder Miguel…
    
    Una de sus manos se dedico a menear mi pene arriba y bajo, con poca delicadeza, con brusquedad y con mucha ansiedad. Mientras con la otra me manoseaba los testículos. Se la notaba muy impaciente y con ganas de agilizar el momento.
    
    -- ¿ Tienes prisa, Silvia?...le pregunte.
    
    -- ¿ Es por tu marido?
    
    -- No, por él no hay ningún problema. Tengo ganas de una de polla y sobre todo dura, muy dura. Estoy harta de la flacidez de la polla de mi marido y del poco interés que tiene hacia mí. Hace más de un año que no tenemos relaciones sexuales…me contesto Silvia.
    
    Deje de apretar su culo, y con mucha delicadeza cogí su cabeza con mis manos y la bese con toda la suavidad y ternura que el momento nos permitió. Ella pareció darse cuenta de su impaciencia y continuo jugando con mi polla, pero ya de una manera más sosegada. Una de sus manos, cogió una de la mía, y la bajo hasta su ombligo, ahí la dejo. Yo la deslice un poco más abajo hasta llegar a su depilado monte de Venus, terso, liso, delicado.
    
    Un poquito más abajo estaba su clítoris, muy dilatado esperando mis caricias, empecé a juguetear con mis dedos alrededor de él, un poco de presión, unos suaves golpecitos, deslice mis dedos hasta su vagina, estaba tan mojada que sin meter los dedos los lubrique con sus fluidos y volví a acariciar su clítoris. Eso le gusto con locura, mis dedos humedecidos jugueteaban ...
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