1. Médico sin fronteras


    Fecha: 09/01/2023, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... un país centroamericano. Sin apenas tiempo de despedirnos, sale corriendo y yo me quedo solo soñando con ella.
    
    Tras un viaje de dos horas desde el aeropuerto hasta un pequeño pueblo, por una carretera que a cada kilómetro empeora, nos adentramos en la selva hasta llegar por un camino de tierra a un perdido poblado.
    
    - "Aquí es...este es el sitio", dice con sorna el conductor mientras descarga mi equipaje.
    
    Acto seguido da la vuelta al vehículo y se pierde entre la maleza siguiendo el camino que nos ha traído hasta aquí. Tan sorprendidos como yo, algunos nativos del poblado me rodean tratando de averiguar que me trae a este recóndito lugar.
    
    Una mujer alta de aspecto típicamente norteamericano me saluda y me coge de la mano arrastrándome hacia una apartada choza. Me explica que es la coordinadora de la ayuda de médicos sin fronteras de la zona, que pasa largas temporadas en esta clase de sitios ayudando a preservar las tribus indígenas de las enfermedades occidentales.
    
    Es una mujer alta y de cuerpo bien musculado, posiblemente más poderoso que el de muchos hombres de ciudad. Tiene la piel anormalmente blanca y delicada, con algunas pecas. Una buena mata de pelo de tonos rojizos, la nariz algo chata y la boca carnosa completan la estampa de esta sufrida colaboradora.
    
    El primer contacto con los habitantes de la aldea es una suculenta cena de frutas y un asado de algún animal que no me atrevo a preguntar. Después de esto Margaret me deja en la choza y se va hacia ...
    ... un riachuelo cercano con una toalla al cuello. Vuelve al rato bien remojada con un pañuelo anudado con gracia.
    
    Para mi sorpresa, se desnuda completamente delante de mí y termina de secarse.
    
    Muy sorprendido por la naturalidad con la que se comporta, me vuelvo de espaldas y empiezo a toquetear los objetos que hay colocados en unos estantes de la pared. Hay una figura humana con una especie de falo enorme, como un consolador, que no me atrevo a tocar.
    
    También hay una llamativa piedra negra del tamaño de un plato de café, con forma triangular, plana, con los cantos redondeados, muy lisa excepto en la zona central que tiene como unos surcos paralelos y a continuación unos resaltes redondeados.
    
    - "Es bonita, ¿verdad?... es muy antigua y valiosa…mañana te enseñare para que sirve", me dice Marga.
    
    Minutos después estamos los dos tumbados sobre una especie de esterilla, ella denuda y yo púdicamente vistiendo mis slips.
    
    - "Aquí todo es muy natural… no hay más distracciones que lo que la sabia naturaleza nos proporciona… una actividad habitual es hacer el amor… nada tiene que ver con el amor… pero todos cooperantes nos entregamos a los que nos acogen… es una forma de estrechar lazos… de sentirnos vivos… de acompañarnos mutuamente en la soledad de la selva".
    
    - "… salvo que tus convicciones intimas te lo impidan… ya me entiendes", dice Marga.
    
    - "Claro que si… estoy aquí para entregar lo que tengo… y me encanta la idea de compartir el trabajo, las experiencias y el ...