1. El sabor de la doble malta


    Fecha: 08/01/2023, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... me quite la camiseta y fui directo al agua, mientras Carla estiraba su toalla y comenzó a quitarse el vestido.
    
    Salí a los segundos, caminé en dirección a mi amiga, sin poder creer lo que estaba viendo. Carla había desabrochado su bikini, la parte de arriba, le dio la vuelta y se lo volvió a colocar. En esa pequeña fracción de tiempo, pude ver, a media distancia, unos preciosos senos, sin marcas de moreno.
    
    Abrí la mochila, coloqué mi toalla y me estiré.
    
    - ¡¡Lo llevaba al revés!! –dijo Carla
    
    - ¿Cómo?
    
    - La parte de arriba, la llevaba al revés, que vergüenza, no sé cómo soy tan torpe.
    
    - Me gusta que lo seas… -dije bromeando
    
    - ¡Serás cabrón, te has puesto colorado y casi te quedas sin ojos! –se reía Carla
    
    No supe que responder, me limité, mirándola a los ojos, asintiendo sobre la verdad de sus palabras. Pasó un minuto, cuando reaccioné de la imagen de mi amiga en topless.
    
    - Por cierto, muy… bonitas… -me lancé
    
    - Son dos simples tetas
    
    - Si fuesen tres, me asustaría –nos echamos a reír
    
    - Como las de tu novia, normalitas… -acabó la frase cogiéndose una teta con una de sus manos, apretándola sin dejar de mirarme
    
    - Voy al agua, aquí hace… mucha calor!!
    
    - Ni crema te has puesto tontaco! –me respondió mientras me dirigía al agua
    
    La tarde pasó, como el resto de las veces que estábamos juntos, hablando de mil cosas, siempre de cachondeo, riéndonos y sin importar mucho más que disfrutar de ese momento.
    
    Al día siguiente, al revisar mi teléfono ...
    ... móvil justo al despertar (maldita manía generacional de querer estar siempre conectado) había recibido un mensaje de mi amiga Carla.
    
    “Mariquitaaa! ¿Volvemos el jueves a la playa? Estoy achicharrada de ayer y tampoco sé a qué hora acabaremos la reunión de hoy… Dime que sí perraco!”
    
    Realmente, ¿Cómo podía negarme? Así que lo arreglé todo en la oficina ese mismo miércoles para que al día siguiente no hubiese ningún problema y poder escaquearme.
    
    Pero no todo podía salir bien. No contábamos con el tiempo, el jueves amaneció bastante tapado, incluso parecía que en cualquier momento iba a caer una buena, pero poco a poco el día fue mejorando, sin llegar a ser un buen día de sol y playa.
    
    No me apetecía anular la quedada con mi amiga. No le escribí, y durante esa mañana del jueves, no dejé de estar atento al teléfono por si ella decidía que lo dejásemos para otro día con mejor tiempo.
    
    Llegó el ansiado medio día, y me dirigí a casa de mi amiga. El tiempo seguía sin mejorar, pero ahí estaba Carla, en la puerta de casa esperándome. Como dos días atrás, nos dirigimos a la misma zona donde estuvimos.
    
    - Menuda mierda de día –dijo Carla disgustada
    
    - Ni que lo digas, pero la compañía no me la quita nadie
    
    - Buaaa hahaha ¡sobrado! ¿qué quieres? No tengo cervezas para ti! –se tronchaba Carla
    
    - Que te peten, voy al agua…
    
    - Nen, estas tope rojo, ¡¿Qué haces con tu vida?!
    
    - Ya, estoy quemadísimo, me duele todo… -contesté, señalando y mostrándole donde había más color ...
«1234...12»