1. Femdom de cuarentena. De novio a esclavo en castidad (3)


    Fecha: 21/12/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: iñigogom, Fuente: CuentoRelatos

    Pasaron dos días, en los que mi lívido aumento muchísimo, más que al inicio del otro periodo. Esta situación me daba cada vez más morbo y eso hacía que mi polla entrara en un bucle de excitación. Pensaba en sexo, me ponía cachondo, y al pensar en que no podía descargarlo, me ponía aún más cachondo, por pensar en que Nuria me controlaba, en que ella tenía un control total sobre mi polla. La única forma que tenía de satisfacer mis necesidades era lo que Nuria me dejara, que era chuparle coño, además de besarla y tocarla cuanto quisiera. Al menos durante unas horas saciaba mi apetito sexual. Aunque rápidamente volvía y no me dejaba concentrarme. Nuria por su parte estaba encantada. Recibía placer varias veces al día sin tener ni siquiera que pedirlo.
    
    Al tercer día no podía más. Aprovechando que Nuria se fue a hacer la compra, me hice una paja, lo cual me hizo sentir muy bien y muy mal a la vez, por haber traicionado la confianza de Nuria.
    
    Para no hacerla sospechar, al poco de que llegara con la compra me puse de rodillas y empecé a comerle el coño de nuevo.
    
    El día siguiente me despertó Nuria.
    
    -Serás falso. –me dijo.
    
    -¿Qué dices?
    
    -He notado que no te has movido nada en toda la noche, y últimamente siempre te mueves mucho porque te dan erecciones nocturnas. Entonces he ido al basurero y he encontrado papel higiénico con tu semen. Te has corrido Iñigo, sin mi consentimiento.
    
    -Vale, lo admito. Tienes razón.
    
    -Me da igual que me des la razón. No puedes ...
    ... hacerlo, y créeme, va a ser la última vez. He estado reflexionando al respecto y sabía que era cuestión de tiempo de que te corrieras sin mi permiso, por lo que te he comprado un dispositivo de castidad.
    
    -¡¿Qué?!
    
    -Lo que oyes. Este es.- y me lo mostró. Era de silicona, de color blanco y de apariencia bastante suave.
    
    -Joder Nuria, no sé… vale que no me puedo tocar, ¿pero esto? Me parece demasiado
    
    -Me parece que tu polla no opina lo mismo… Te has hecho una paja ayer y mira cómo está de dura. Te pone esto, ¿verdad cariño? Lo que pasa es que estás asustado y avergonzado, y no lo quieres admitir por tu masculinidad, pero no te preocupes.
    
    -Admito que esto me da morbo, pero lo voy a pasar mal. Lo sé. No lo veo claro Nuria, no.
    
    -Mira Iñigo, te has hecho una paja sin mi consentimiento. Si no lo hubieses hecho, no estaría pasando esto. Pero has roto mi confianza, y ahora esto es necesario. Es lo mínimo que puedes hacer.
    
    Me estaba chantajeando de nuevo. Y lo peor es que mi orgullo no era lo suficientemente grande como para resistirme. Lo cierto es que la situación me estaba poniendo terriblemente cachondo y no quería parar.
    
    -Está bien, está bien.-dije. Mi erección era aún mayor que antes.
    
    -Pues a ver cómo te quitamos ahora esta erección para ponerte el aparato jajaja.
    
    -¿Follando?
    
    -Si claro, buen intento. No después de haberte hecho una paja ayer. No te lo mereces. Te voy a hacer una paja, y ya es bastante de mi parte, pero antes, cómeme el coño un rato ...
«1234...»