1. Cruising on the rock


    Fecha: 05/12/2022, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... explicó Quique y yo estaba conforme.
    
    Seguimos la carretera y al final había un camino. Doblamos por allí y el tramo estaba bien al comienzo, pero pronto se ponía feo, con piedra y en cuesta. Al poco divisamos el taller pintado de rojo y, llenos de ánimo, nos dirigimos allí. Nos asomamos y apareció una persona mayor sonriente. Tras el saludo, Quique le dijo:
    
    — Queríamos dejar las bicicletas aquí para caminar un rato, ¿es posible?
    
    — Oye, chaval, ponlas ahí enganchadas a continuación de las otras, —dijo el caballero.
    
    — ¿Cuánto es?, —preguntó.
    
    — Dos euros por cada bicicleta o una mamada, —contestó el hombre con una amplia sonrisa.
    
    — Tome 4 euros, lo segundo ya veremos al bajar, si las bicis están bien, —añadió Quique.
    
    El caballero se sonrió y nos miraba con deseo. Mi amigo Quique es rubio y guapo, muy guapo, con una mirada atractiva, sus ojos son marcadamente verdes como los de su padre. Yo soy más común, tengo pelo castaño y, aunque no soy feo, tampoco soy tan guapo como Quique, es que él es que enamora solo con verlo. Ambos tenemos cuerpo atlético, porque vamos al gym, hacemos bici cada sábado y jugamos a basquet. Él tiene los pies algo más grandes que los míos y eso me gusta, sobre todo chuparle cada dedo, pero a él le gusta más mi culo, carnoso, redondeado y de prominentes nalgas. A estas alturas ya no hace falta decir que Quique es gay y al igual que yo también ha salido del closet. También lo hicimos la misma semana, el mismo día y a la misma hora. ...
    ... Fue en Formigal, tras una jornada en la que quedamos cansados de tanto esquiar. Nos habíamos quedado los dos en una habitación, nuestros padres estaban en una suite para los cuatro y sus hermanas Juani y Lea con mi hermano Isaac estaban en otra para los tres. Mi hermano mayor Leandro no viene a nada por su chica, lo tiene esclavizado. Tras desnudarnos —en eso no teníamos ningún problema—, nos metimos juntos a la ducha, el vapor llenó todo el baño y nosotros seguíamos bajo el agua tocándonos todo el cuerpo. Luego, para vernos mejor, salimos desnudos a la habitación y nos secamos, nos abrazamos y nos besamos. Entonces no sabíamos besarnos todavía y nuestros besos eran simplones. A besarnos aprendimos viendo porno gay. Nos tumbamos cada uno en su cama, pero Quique se vino a la mía y se puso encima de mí.
    
    — ¿Lo hacemos?, —preguntó.
    
    — Métemela, —dije acariciando su polla.
    
    — ¿Estás seguro?, —volvió a preguntar.
    
    — Claro, por eso nos han puesto juntos; nuestros padres están los cuatro en la suite, ¿para qué? Seguro que follan y se intercambian.
    
    — ¿Tú crees?, —preguntó con los ojos muy abiertos.
    
    — Seguro que sí, —le dije.
    
    Le costó, pero me la metió hasta el fondo y se corrió abundante. Me hizo un poco de daño, pero el placer fue mayor, sobre todo cuando comenzó a bombear con un mete y saca esplendoroso motivado por las cochinadas que yo le iba diciendo: «puto, maricón, mete fuerte la polla, párteme, lléname» y otras lindezas. Quedamos sudados para ir de nuevo a la ...
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