1. El juez vengativo y su cuñada embarazada


    Fecha: 02/12/2022, Categorías: Incesto Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... desnudó. Al verla en sujetador y bragas de color negro, le dijo:
    
    -Eres aún más hermosa de lo que yo te imaginaba en mis pajas.
    
    Abrió un cajón, sacó una lencería blanca de encajes y la puso sobre la cama. Le quitó el sujetador negro y vio sus tetas redondas, duras, con grandes areolas negras y gordos pezones, le dio un beso en cada pezón y le preguntó:
    
    -¿Cómo te gustaría que te comiera las tetas?
    
    -Cómemelas cómo te las comerías a ti mismo si pudieras.
    
    Eugenia lamió sus pezones despacito al tiempo que le apretaba las tetas con cuidado, las apretaba cómo si estuviera apretando huevos, después las mamó con la misma delicadeza... Tiempo después le puso el sujetador blanco y la volvió a besar, Victorine le devolvió los besos, luego besando y lamiendo su ombligo le quitó las bragas. Vio su inmenso bosque de vello rizado que hacía juego con el vello de sus axilas, le besó el clítoris, y le dijo:
    
    -Tienes un coño precioso. Siéntate en el borde de la cama.
    
    Victorine se sentó donde le había dicho... Eugenia le quitó los zapatos negros y le puso unas medias blancas, luego la muchacha se levantó y le puso el liguero blanco con encajes y con el que sujetó las medias, después le puso unos zapatos blancos con tacón de aguja e hizo que se mirara en un espejo donde se vio de cuerpo entero.
    
    -¿A que eres la mujer más bella que jamás hayas visto?
    
    Victorine se miró al espejo, se dio la vuelta para ver su culo, y dijo:
    
    -La verdad es que no estoy nada mal.
    
    -¡Estás ...
    ... para comerte!
    
    Eugenia, que estaba vestida con una falda marrón y una blusa a juego, se quitó los zapatos y las medias blancas, se echó sobre la cama y le dijo:
    
    -Átame las manos a los barrotes de la cama con las medias.
    
    -¿Seguro?
    
    -¿Por qué lo preguntas?
    
    -Porque me conozco y de caliente puedo ser muy falsa
    
    -No me importaría ver que falsedades haces. Átame.
    
    -Tendré en cuenta tus palabras.
    
    Después de atarla le dijo:
    
    -Ponme el coño en la boca.
    
    Victorine subió encima de Eugenia, se abrió de piernas y le puso el coño en la boca.
    
    -Muévete, preciosa.
    
    Victorine movió su pelvis.
    
    -¿Te gusta?
    
    -Sí, me gusta.
    
    -Se nota, tienes el coño cómo una charca -se lo lamió-. Muévete más aprisa.
    
    Victorine movió el culo de atrás hacia delante y de delante hacia atrás a toda pastilla y entre gemidos dijo antes de correrse:
    
    -¡Qué rico, que rico, qué rico!
    
    Victorine le cogió la cabeza a Eugenia con las dos manos y frotando a toda hostia el coño contra su lengua desbordó en su boca cómo una salvaje.
    
    -¡Me corro!
    
    Cuando Victorine acabó de correrse le dijo:
    
    -Ahora vas a saber quien soy yo…
    
    Le abrió la blusa, le quitó el sujetador y vio sus grandes tetas con areolas rosadas y pequeños pezones. Se las agarró, se las amasó, se las comió con lujuria, le mordió los pezones y acabó pegándole en ellas con las palmas de las manos mientras le preguntaba:
    
    -¿Te gusta, zorra?
    
    .¡¿Qué me has llamado?!
    
    -¡Zorra!
    
    -¿Eres bipolar?
    
    -Soy la que cuando ...
«12...456...9»