1. El juez vengativo y su cuñada embarazada


    Fecha: 02/12/2022, Categorías: Incesto Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... fue hasta la puerta de despacho y la cerró con llave, volvió a su silla, bebió un sorbito de brandy, y le dijo:
    
    -Tu palabra no vale nada. Desnúdate y empezaré a creer que cumplirás.
    
    -No, no voy a desnudarme aquí.
    
    -Ya puedes irte. No hay trato.
    
    Eugenia había venido a hacer un trato, pero al cerrar la puerta su cuñado pensó que lo mejor era regalarle el coño ese mismo día, claro que tenía que darle cuerda al juez para que se ahorcara él solo.
    
    -¿Te vale si te enseño las tetas?
    
    El juez se creció.
    
    -Ya no me vale con desnudarte. Quiero que me hagas un striptis.
    
    Eugenia siguió enredando.
    
    -Hombre, si con eso ya te pago...
    
    El juez cogió su celular.
    
    -¿A quién vas a llamar?
    
    En bajito empezó a sonar la canción "The final Countdown".
    
    -Baila y a lo mejor no tienes que hacer nada más para conseguir a Victorine.
    
    Eugenia posó la copa de brandy en el piso, Se abrió de piernas y con su mano derecha se quitó la corbata mientras bailaba contoneando las caderas, a la corbata siguió la chaqueta, luego la blusa, botón a botón, después se dio la vuelta, y sin dejar de mover el culo se quitó la falda. Quedó vestida solo con una lencería blanca. Sin dejar de bailar se quitó el sujetador, después las bragas, luego se dio la vuelta, con un brazo y una mano tapaba las tetas y con la otra mano el coño, bailando quitó las manos y el juez vio sus grandes tetas con areolas rosadas y pequeños pezones y el coño rodeado por una mata de vello negro. Apagó el celular y le ...
    ... dijo:
    
    -Tienes un cuerpo impresionante, y esa barriguita te hace más deseable.
    
    Eugenia se agacho, cogió la copa y se volvió a sentar en el sofá, echó un traguito de brandy, y después le preguntó:
    
    -¿Te gustó ver cómo bailaba?
    
    -Mucho, tanto que mojé el calzoncillo. ¿Tú no te calentaste al bailar?
    
    -La verdad es que me calenté un poquito viendo cómo se movía tu brazo.
    
    El juez lanzó otro ataque.
    
    -Siempre tuve curiosidad por saber la cara que pones al correrte. Siéntate en mi mesa y mastúrbate.
    
    Eugenia siguió soltando cuerda.
    
    -¡Ni después de beberme diez copas de brandy!
    
    El juez siguió profundizando.
    
    -Vístete y vete.
    
    -¡Acabo de bailar para ti y estoy desnuda! ¿Buscas humillarme?
    
    -¿Te masturbas o no?
    
    -Tú no puedes conseguirme a Victorine. ¿A qué no?
    
    -Tan cierto como que en verano sale el sol que si haces lo que te mande hacer follarás con ella.
    
    Eugenia ya lo tenía bien encaminado.
    
    -A ver si es verdad.
    
    Fue junto al juez y se sentó sobre la mesa. Olía a Chanel Nº 5. Abrió las piernas y rozó su clítoris con un dedo. El juez tenía la verga en la mano y el coño a escasos treinta centímetros de su boca.
    
    -Eres un sueño de mujer.
    
    Eugenia metió un dedo dentro del coño, lo chupó y después acariciando de nuevo su clítoris, le dijo:
    
    -¡Lo qué hay que hacer por un antojo!
    
    -Qué está cómo un queso.
    
    -Yo la veo cómo un pastelito de crema.
    
    Victorine, sin querer queriendo, metió una mano dentro de las bragas y pasó un dedo entre los ...
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