1. El juez vengativo y su cuñada embarazada


    Fecha: 02/12/2022, Categorías: Incesto Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... mal?
    
    Cogió las bragas y se limpió con ellas las piernas y el coño mientras el juez le decía:
    
    -Te informaron bien, tiene novio, pero está en la cárcel. ¿Cuándo vas a ir a mi casa?
    
    Eugenia lo miró con las bragas en la mano y con cara de pocos amigos. Quiso acabar la historia ese dá y por lo que se veía solo fuera la primera parte.
    
    -¡¿Qué?! Yo ya cumplí con mi parte.
    
    -No, no he visto tu cara al correrte y has dicho que la vería cuando fueras a mi casa.
    
    -¡Trilero!
    
    -Entiéndelo, estás tan buena...
    
    -¡Cabrón!
    
    -Lo soy, soy un cabronazo. ¿Cuándo te mando a mi secretaria?
    
    -¿Y sí después no fuera a tu casa?
    
    -Siempre podía mandarle un recado a mi hermano diciéndole lo bien que bailas.
    
    -Trilero, cabrón y encima chantajista.
    
    -Asumo que soy todo eso. ¿Cuándo te la mando?
    
    Después de haberle dado el coño no se iba a aquedar sin su antojo.
    
    -Mañana. Tu hermano se va a Bruselas.
    
    -¿A qué hora quieres que vaya?
    
    Eugenia viendo cómo su cuñado guardaba la verga y guardando ella las bragas en el bolso, le respondió:
    
    -A las cinco de la tarde sería una buena hora.
    
    -Allí estará, tienes mi palabra.
    
    Eugenia al salir del despacho y yendo hacía la puerta de salida miró para Victorine, le sonrió y la muchacha le devolvió la sonrisa.
    
    La palabra del juez iba a misa. A las cinco de la tarde sonó el timbre del chalet de Eugenia, fue a abrir ella, ya que le diera la tarde libre al servicio, y al verla le dijo:
    
    -Pasa, Victorine.
    
    La senegalesa, ...
    ... que vestía una falda de tabla de color azul que le daba por debajo de las rodillas y una blusa del mismo color y que era un cuadro de Naomi Sims cuando era más joven, agachó la cabeza y entró en la vivienda.
    
    Eugenia cerró la puerta. Victorine se había quedado parada en el pasillo. Se puso delante de ella, le levantó la barbilla con dos dedos. Al ver su linda cara ya se le mojó el coño. Le preguntó:
    
    -¿Qué te ofreció mi cuñado para que aceptaras follar conmigo?
    
    -Un aumento.
    
    -¿Solo un aumento?
    
    -Un aumento muy generoso, tan generoso que me dobló el sueldo.
    
    -Eso ya me cuadra más.
    
    Eugenia le dio un pico, después le pasó la lengua entre los labios, unos labios pintados de rosa, cómo sus uñas. Sintió como se estremecía y supo que le gustara. La cogió de la mano y yendo a su habitación, le dijo:
    
    -Lo vamos a pasar de vicio.
    
    Victorine, haciéndose la víctima, le dijo:
    
    -Sí usted lo dice, señora.
    
    -No me llames señora, me haces sentir vieja, y tutéame.
    
    -Su cuñado me mandó ser obediente y educada.
    
    Al lado de la cama de la habitación de matrimonio volvió a besarla.
    
    -No te quiero obediente y educada, te quiero tal y como eres.
    
    -No creo que te gustase ver cómo soy.
    
    -Con una carita tan linda y unos labios tan dulces no puedes ser tan mala.
    
    Victorine le cogió las nalgas, la apretó contra ella y le dio un beso con lengua tan largo que dejó a Eugenia sin aliento, y después le dijo:
    
    -Las apariencias engañan.
    
    -¡Vaya si engañan!
    
    Eugenia la ...
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