1. El juez vengativo y su cuñada embarazada


    Fecha: 02/12/2022, Categorías: Incesto Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    Eugenia tenía 32 años y estaba embarazada de tres meses. Era alta, tenía buenas tetas y mejor culo, sus piernas eran largas y moldeadas, sus grandes ojos eran de color avellana, su cabello largo y negro y era bastante guapa. Llevaba las uñas y los labios pintados de rojo, sus ojos pintados de un rosa clarito y casi siempre vestía con trajes de alta costura.
    
    Eugenia estaba casada con un empresario de 69 años que le daba todo lo que quería, pero de su último antojo no le podía hablar, ya que se trataba de Victorine, una veinteañera, de color, muy guapa y que era secretaria de su hermano y por tanto cuñado de ella.
    
    El cuñado de Eugenia era juez, un juez que no llegaba a señor aunque lo tratasen de señoría. Le iba la carne y el pescado, pero a sus setenta años ya comía bien poco, más el viejo no quería dejar este mundo sin follarle la mujer a su hermano y ella lo sabía, lo sabía porque se lo había dicho. Le había ofrecido el oro y el moro por meterle los cuernos a su hermano, hermano con el que no se hablaba había más de cincuenta años por haberle follado la novia. Eugenia tenía de todo y el viejo juez había pinchado en hueso, pero cómo a Eugenia se le mojaba el coño solo de ver a la secretaria de su cuñado...
    
    Ese día fue al despacho del juez y vio a su antojo sentado a una mesa hablando por un interfono. Llamó a la puerta del despacho del juez y oyó su voz.
    
    -Entre.
    
    El juez, de quien no voy a decir el nombre, era muy alto, seco cómo un higo navideño y mal ...
    ... encarado. La recibió sentado detrás de la mesa de su lujoso despacho. Estaba solo y más serio que de costumbre, le preguntó:
    
    -¿Qué te trae por aquí, Eugenia?
    
    El tratamiento se lo pasó por el coño.
    
    -Quiero hacer un trato contigo.
    
    -Siéntate y habla.
    
    Eugenia, que llevaba puesta un traje gris con una falda corta, zapatos grises de tacón de aguja, blusa blanca, medias blancas, corbata roja y que llevaba colgando de su hombro un bolso gris, se sentó en un sofá negro de sky, cruzó las piernas y mostrando más de lo que debía, le dijo:
    
    -Te cambio una hora contigo en tu cama por una hora en la mía con tu secretaria mauritana.
    
    La secretaria tenía el interfono abierto y estaba escuchando lo que hablaban. Oyó al juez decir:
    
    -No sabía que te gustaran las mujeres.
    
    -Es un antojo. Estoy embarazada de tres meses.
    
    El juez se levantó y de camino al mueble bar, le dijo:
    
    -Vaya, vaya, vaya, así que el canalla va a ser padre ahora de viejo.
    
    -Nunca es tarde...
    
    No la dejo acabar.
    
    -Cuando la mujer está buena.
    
    A Eugenia se le escapó una sonrisa.
    
    -Sí, eso también ayuda.
    
    -Acepto el trato, pero primero la hora debe ser conmigo.
    
    -De eso nada, te conozco, eres un trilero.
    
    -¿Y cómo sé yo que tú vas a cumplir tu parte del trato?
    
    El juez fue a su lado con dos copas en las manos y le dio una., Eugenia la cogió con su mano derecha y con la izquierda le echó mano a la verga.
    
    -Calzas bien.
    
    -No me respondiste.
    
    -Tendrás que fiarte de mi palabra.
    
    El juez ...
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