1. El juez vengativo y su cuñada embarazada


    Fecha: 02/12/2022, Categorías: Incesto Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... labios vaginales.
    
    El juez volvió a menear la verga. Eugenia mirándole para ella, le dijo:
    
    -Tiene un morbazo lo que estamos haciendo.
    
    Eugenia cerró los ojos y el juez le preguntó:
    
    -¿En quién vas a pensar?
    
    -En tu secretaria.
    
    Victorine se echó hacia atrás en el respaldo de su silla giratoria, abrió las piernas, metió dos dedos dentro del coño y mirando para la puerta por si venía alguien comenzó a masturbarse.
    
    Al rato el silencio en el despacho del juez dio pasó a los gemidos y al chapoteo de los dedos dentro del coño de Eugenia. A Victorine le llegaron por el interfono y casi se corre, tuvo que quitar los dedos del coño y acariciar el clítoris muy suavemente, ya que quería correrse al mismo tiempo que Eugenia. Poco después la oyó decir:
    
    -¡Me voy a correr! Cómeme el coño. Quiero correrme en tu boca e imaginar que es la de Victorine.
    
    El juez tenía ganas de ver otra cosa.
    
    -Pero es que yo quería ver tu cara al correrte.
    
    -¿No quieres que la mujer preñada de tu hermano se corra en tu boca?
    
    -Sí, claro que sí.
    
    -Pues cómeme el coño. Mi cara al correrme ya la verás cuando vaya a tu casa.
    
    Eugenia se puso en pie, el juez echó la silla para atrás, se agachó, la cogió por la cintura y le lamió el coño cómo si fuera un perro bebiendo agua, y la bebió, la bebió, ya que Eugenia con los ojos cerrados y con un tremendo temblor de piernas se corrió en la boca de su cuñado, diciendo:
    
    -¡Me corro! ¡¡Traga, preciosa!!
    
    Victorine al oír los gemidos de ...
    ... Eugenia se dio dedos y se corrió con tanta fuerza que cayó de la silla. Acabó sobre la alfombra en posición fetal encharcando sus bragas con una corrida brutal.
    
    El juez, que se había sentado en su sofá, le dijo a Eugenia:
    
    -Siéntate en mi polla y acabemos como es debido.
    
    Ya lo tenía donde quería.
    
    -Por qué no. Ya metidos en harina...
    
    Eugenia dándole la espalda puso su coño sobre la verga del juez, verga que agarraba con su mano derecha para que no se le doblara. La verga fue entrando a medida que Eugenia fue bajando el culo. Con la verga metida hasta el fondo movió el culo alrededor, después subió y bajó el culo sacando y metiendo la polla hasta la mitad. El juez le magreaba las tetas y la besaba en el cuello. Así estuvieron hasta que la polla se le puso dura al viejo. Se le puso dura para correrse, pero Eugenia ya estaba tan cachonda que al sentir la leche de su cuñado llenar su coño, se corrió ella también, temblando y diciendo:
    
    -¡Me corro en tu polla!
    
    Al acabar, con la verga dentro giro la cabeza, lo miró, y le dijo:
    
    -Supongo que la mauritana ya es mía. ¿O quieres más?
    
    -Victorine no es mauritana, es senegalesa, y no, no quiero más.
    
    Se levantó y se fue a buscar su copa de brandy. La leche de la corrida mezclada con sus jugos le bajaba por las piernas mientras caminaba... Se mandó el resto de la copa de brandy, y después le dijo:
    
    -Me informaron mal, pero da lo mismo de donde sea. ¿Seguro qué la tendré? Oí que tiene novio. ¿O también me informaron ...
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