1. Complaciendo a la señora casada


    Fecha: 24/11/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    No supimos en qué momento surgió la idea de incorporar a un tercero en nuestra relación matrimonial, pero estaba vivo el deseo de explorar posibilidades y llevar a la práctica lo que todavía en nuestras mentes era una fantasía. Habíamos asistido a bares swinger y compartido con algunas parejas, pero parecía que aquellas aventuras no eran suficientes y habían despertado deseos no conocidos en las expectativas que sobre su desempeño sexual tenía mi esposa. Esas aventuras fueron atractivas, excitantes y placenteras, pero todavía no llegaban al nivel que ella se había propuesto experimentar.
    
    Tiempo atrás ella había tenido sexo satisfactorio con un hombre de color y yo pensaba que esto era asunto del pasado, principalmente porque aquel hombre, que la fascinó por un tiempo, se había ido a vivir a otro país y se había perdido el contacto. Sin embargo, pasados los años, de repente se avivó el interés por buscar a algún muchacho de color para intentar reproducir lo ya vivido.
    
    Después de hablar con ella al respecto, sin precisar concretamente lo que deseaba, puse manos a la obra para conseguir alguien parecido a aquel que la había fascinado. Busqué en los avisos clasificados en el periódico y fui a un lugar donde había oferta de hombres disponibles para satisfacer las necesidades sexuales femeninas. Desfilaron ante mí una veintena de muchachos, pero, la verdad, no sentí que ninguno de ellos fuera del gusto de mi esposa, no obstante que exhibían sobrados atributos para ...
    ... procurarle placer.
    
    Decidí incursionar en internet y logré contactar a un muchacho, Wilson, que por alguna razón despertó mi curiosidad. Hablé con él varias veces a través de correos electrónicos y acordamos vernos en algún sitio para conocernos y ver si surgía la química necesaria para ir más allá en la aventura. Al fin y al cabo, por más que yo considerara que él pudiera ser un compañero ideal para hacerle el amor a mi mujer, era ella quien tenía la última palabra.
    
    Acordamos un encuentro virtual para que ella le conociera, pero no resultó como yo lo esperaba. Él se conectó desde un café internet, había muy poca luz y para colmo él, negro, de manera que no se generó el ambiente para que ella pudiera verlo bien y, de acuerdo a eso, acordar algo concreto. Decidimos que lo mejor era encontrarnos personalmente y ver, en ese momento, si se daba la situación para seguir adelante, de manera que acordamos vernos un día miércoles, entre semana, en una discoteca. No era el mejor día para eso, pero ambos, tanto él como yo, teníamos compromisos laborales adquiridos para el fin de semana, de modo que la única posibilidad para no darle más vueltas al asunto era ese día.
    
    La discoteca quedaba en frente de un pequeño hotel, que pensé podría ser el lugar para consumar el encuentro si las cosas se daban, pues yo tenía la expectativa de que así fuera, pero no podía predecir lo que mi esposa pudiera estar pensando sobe aquello. Lo cierto es que pasé a recogerla después de salir del trabajo y la ...
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