1. Complaciendo a la señora casada


    Fecha: 24/11/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... encontré muy bien arreglada, muy elegante. Quizá, previendo la posibilidad de impresionar a este desconocido muchacho, con la expectativa de tener sexo con él, yo hubiese preferido que se hubiera vestido diferente para la ocasión, tal vez más provocativa e insinuante. Pero ella se sintió bien vistiéndose con una falda roja, una blusa negra ceñida al cuerpo, una chaqueta negra, medias negras, los consabidos zapatos de tacón alto, pendientes, collar y pulseras doradas complementaban el atuendo. Yo no puse obstáculo alguno. La verdad, parecía que fuéramos a un cóctel y no de farra a una discoteca.
    
    Cuando llegamos el lugar estaba casi que vacío. Solo había un hombre sentado en una mesa, y de inmediato supuse que se trataba de nuestra cita. Nos acercamos a él y le pregunté, ¿Wilson? Sí señor, yo soy, me respondió. Bueno, yo soy Enrique y ella es mi esposa Laura; gusto en conocerlo. Nos dimos la mano y él se levantó para saludarla a ella con un beso en la mejilla y tocando su brazo con la mano.
    
    No fue buena la impresión al principio, pues él estaba vestido de jean, tenis y una chaqueta deportiva. La verdad es que no hacíamos juego en cuanto a la vestimenta; nosotros muy elegantes y él, muy casual e informal. Además, una vez empezamos a hablar, la conversación no fluía fácilmente. El muchacho, no obstante, tenía porte y presencia. Era joven. Decidí, por lo tanto, no andar con rodeos y protocolos y hablar sin tapujos sobre el motivo que nos había llevado allí, así que le ...
    ... pregunté qué le había animado a acudir a la cita.
    
    El muchacho, de manera muy sencilla, contestó que la señora le parecía muy bonita y que para él era un sueño poder tener algo con una persona así. Y yo le pregunté, ¿cómo así que una persona así? Si, me dijo, una persona mayor, elegante, bien conservada, que huele a rico, bien vestida, no como cualquier muchacha; ¿me entiende? Si, claro, creo entenderle. Y ¿qué espera usted que pase esta noche? Bueno, si usted lo permite, me gustaría poder complacer a su esposa. Usted, ¿qué dice? Preguntó mirándola. Ella, de momento no le respondió, porque había centrado su atención en otras parejas que habían empezado a entrar al lugar.
    
    Bueno, intervine yo nuevamente, y ¿qué experiencia tiene complaciendo señoras casadas, como la aquí presente? He tenido contactos similares con otras parejas; solo dos. La pasamos bien, bailamos rico, nos acariciamos y terminamos haciendo el amor. O sea que, dije, si ella lo permite, esta sería su tercera aventura con una casada. Sí, nos respondió. Bien. Aquí el tema es que la señora se decida. ¿Estás de acuerdo? Le pregunté a ella. Si, me contesto. Entonces, cuéntame ¿qué hacemos? Me dijo que nos tomáramos algo e íbamos decidiendo. Pedimos algo de licor para calentarnos un poco más y le pedí a ella que le conversara al muchacho, porque hasta el momento quien había hablado era yo y pareciera que el interés fuera mío y no de ambos. Me dijo que le diera tiempo. Le dije sí, pero mira que ya es tarde y creería que ...
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