1. Complaciendo a la señora casada


    Fecha: 24/11/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... a la mesa en el momento en que ellos se sentaban. Les dije, los vi muy animados. Y le pregunté a ella ¿Nos vamos para un motel? Me dijo, ¿no tienes que madrugar mañana? Bueno, dije, ¿quieres estar con él, sí o no? Sí, me respondió. No se diga más; vamos. El muchacho me dijo que iba al baño un momento, así que me quedé a solas con mi esposa y le pregunté, ¿Qué te decidió? Me dijo, lo toqué y eso me puso a full.
    
    Salimos del lugar y nos dirigimos al hotel de en frente. Y al ingresar, cuál no sería la sorpresa cuando nos dicen que no se permitía que ingresáramos los tres. Así que decidí que fuéramos a otro sitio, algo distante, por lo cual teníamos que viajar en nuestro automóvil. Pensando que tardaríamos en llegar y no queriendo que se perdiera la calentura del momento, le indiqué a mi esposa que se fuera atrás con el chico. Y ella así lo hizo.
    
    En el camino el joven no perdió el tiempo. Se acercó hacia ella, la abrazó, la besó, como cuando estaban bailando y acarició sus senos, que le llamaron la atención desde que la vio. En esos escarceos pasaban los minutos mientras yo conducía. Y, preso el de la excitación, sacó su verga del pantalón y la expuso a los ojos de mi esposa. Ella, en esa situación, no reaccionó. Tan sólo la contemplaba, así que siguieron tocándose y besándose hasta que llegamos al sitio, retomando la compostura mientras entrábamos a la habitación.
    
    Una vez allí, el siguió besándola, ahora parados, uno frente al otro, estrechándose en un fuerte y ...
    ... cálido abrazo. Él le quitó la chaqueta y ella se apresuró a soltar el cinturón y bajar el pantalón de él, exponiendo el miembro erecto que ahora si acariciaba con ansia y placer. Mientras lo hacía, siguió desvistiéndola. Primero soltó los botones de su falda roja, que cayó al piso al instante. Luego, levanto su blusa, sacándosela por encima de la cabeza, quedando ella expuesta frente a él, tan solo vestida por su brasier, sus panties, sus medias y sus zapatos, todo de color negro. Ella, sin embargo, había seguido acariciando aquel enorme y erecto pene negro, extasiada con la sensación que le producía y tal vez añorando tenerlo ya inserto en su vagina.
    
    Antes de quitar su brasier, él se retiró la chaqueta y la camiseta, dejando su pecho desnudo. Ahora la piel de ambos estuvo en contacto a través del abrazo en que se habían fundido y que parecía interminable. Poco a poco, mientras seguían parados, uno frente al otro, el chico fue dejando caer su pantalón y pantaloncillos, quedando tan sólo vestido con sus medias. Ella seguía acariciando su pene y el frotaba ágilmente su vagina. Era evidente que aquello le producía placer, porque se veía como su cuerpo se contorsionaba y cómo sus piernas parecían flaquear. En ese instante, él empezó a empujar a mi esposa hacia atrás, pasito a pasito mientras seguían acariciándose, hasta que las piernas de ella tocaron la cama, dejándose caer para quedar sentada en el borde.
    
    Al hacerlo, su cara quedo frente a aquel miembro erecto y no dudo en ...
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