1. Un hombre con suerte


    Fecha: 08/10/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... calle se iban arremolinando mirando aquella escena de la que no entendían nada. Quién fue – nadie supo, alguien llamó a la Policía, pero al cabo de unos minutos apareció el coche patrulla, estos sin pensárselo dos veces lo esposaron, entonces sí, que el director de la sucursal abrió la puerta. Eleuterio, si le pudo decir que necesitaba, ingresar el resguardo que llevaba y que en la T.V. vio que estaba premiado con cientos de millones de euros. Los transeúntes que veían aquel espectáculo, no pudieron por menos que aplaudirlo con ganas. No todos los días se podía ver a un acertante con estas cifras. Los Policías quitandole las esposas lo felicitaron. El director, cogiéndole por el hombro, como si fuesen buenos y antiguos amigos se lo llevó hacia dentro. Ahora aquel Barrendero ya era quizá el mejor cliente de la entidad. Eleuterio tenía la llave de todas las puertas. Ahora ya era un ciudadano ejemplar. El espejo en quien mirarse los ciudadanos de aquella pequeña capital de provincia.
    
    Tan pronto como entraron en el despacho del director – era un viernes por la tarde – Eleuterio le dijo a este que le extendiese un talon de ventanilla por importe de 50.000 €. – Igual que cuando este aporreaba la puerta, el director se puso rojo como un tomate.
    
    Tendrá que venir el lunes Sr. Eleuterio – le dijo este, casi atragantándosele las palabras. Como comprenderá a estas horas no puedo hacer, nada. – Eleuterio, todo y siendo un barrendero, muy tonto no lo era. – Bueno, en este caso ya ...
    ... volveré el lunes – le dijo a este, al tiempo que se ponía otra vez en el bolsillo el reguardo del boleto premiado. El director, esta vez además de rojo, se puso como un flan de huevo. – Se da cuenta de que podría perderlo o sufrir un accidente llevando tamaña cantidad de dinero encima – le dijo este temblando.
    
    Eleuterio, esta vez con más aplomo, le dijo que si lo atropellaban y muriese, nadie lo lloraría. Pero que el, lo que quería era que al día siguiente sábado, llevarse del concesionario un coche que ya tenía apalabrado, y disfrutar locamente el fin de semana – no se preocupe, Sr. Director, que el lunes a primera hora estaré en la sucursal. – le dijo sonriéndole ladinamente.-
    
    Eleuterio, al salir del banco, se acercó a otro para ver si alguien lo atendía. Con aquella gran suma, alguien habría que le abriese las puertas. Dentro de este, estaba la Sra. De la limpieza dando brillo a los suelos de aquella entidad. En cuando este llamó la buena Sra. Abrió la puerta y con la reja entre ambos que les separaba le preguntó que deseaba. Cuando Eleuterio le dijo que quería imgresar aquella colosal fortuna, esta con el movil que llevaba en el bolsillo llamó a un número. Solo diez minutos después estaba allí el director. Este, como si fuese algo rutinario se lo llevó al despacho. Cuando Eleuterio le dijo que quería un tslon de ventanilla con aquella cantidad para al día siguiente comprar un coche, este le hizo un talón de su propia cuenta con el importe. Después de un cajón del ...
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