1. Nuestro huesped arribó


    Fecha: 20/09/2022, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... acariciaba con su lengua el clítoris, me apretaba de las caderas y me metía su lengua más dentro, la sentía como que me entraba directamente a la mera entrada de mi vagina. Se ayudó con sus dedos y a mí me puso más loca, yo me agitaba, él gozaba mis movimientos y me movía la cadera para un lado y para el otro, su lengua perforándome más y más.
    
    No aguantábamos más ese 69, Nos dimos la vuelta y ¡zas!, me la metió hasta adentro, ¡OUCH! Sentí un dolorcito sabroso, sin miramientos, un solo bombazo, solo tenía que estar bien adentro. Lo sentía muy rico, sentía que me llegaba, probablemente, hasta mi matriz, sentía ese golpecito ahí dentro, su glande me llegaba hasta ese punto de intimidad.
    
    Se vino, dejándome, como antes ya lo había sentido, una cantidad ahí adentro, que se me hizo enorme, en el fondo de mi organismo, donde termina mi cavidad, aprisionado por mi carnita sensible. Al sentirlo ahí, acurrucado en el interior de mi cuerpo, lo acaricié y masaje succionándoselo, como les gusta a los hombres, ordeñándoselo con mi matriz.
    
    Yak se vino, a chorros. Tuvo uno, o varios orgasmos, ¡no sé cuántos fueron! Y quedó rendido.
    
    “¡Qué linda eres!”, me dijo. Me abrazó y me besó en mis labios, un beso de amor. Quedamos dormidos, su cara junto a la mía, una mano cubriéndome un seno y una pierna sobre la mía, desnudos. Alguien nos cubrió en la noche con las cobijas. Nos dimos cuenta al despertar. Gloria se subió a la cama, cubierta solamente por una blusa de Horacio, se me ...
    ... montó y preguntó ¿Cómo nos había ido, si la habíamos gozado?
    
    “Yak es el que te tiene que contestar,” le dije. Yak volvía del baño solo cubierto por una bata corta. Escogía ropa para meterse al baño y vestirse apropiadamente.
    
    “¡No, Ese es mío por ahora!” le dijo, lo empujó a la cama y se dedicó a chuparle el pene. ¡Que rico sabe, sabe a Silvia!”
    
    Yak la acarició, la tomó de la cadera y le dio la vuelta colocándola de rodillas frente a la cama. La observó, le abrió las nalgas, se inclinó y le metió la lengua en su pepita. “¡Oh, sabe a Horacio!” y todos reímos. Le acarició con el pene desde su colita hasta su vagina, que le quedaba muy abajo. Por mi mente me pasó la esperanza de que se la metiera por el ano, Yak continuaba lubricándole todo su trasero, su entrepiernas, se tomó tiempo, Horacio estaba de pie junto a mí, creo que observando y esperando que se la metieran por el ano.
    
    ¡No! ¡gran decepción general, no fue por el ano, se lo fue incrustado, lentamente hasta llegar casi al final. La levantó de las caderas, sin dejarse salir. Él quedo sentado sobre la orilla de la cama con ella sentada sobre su pene. Ahí continuó metiéndola más, Gloria le ayudaba hasta que ella la sintió, como yo, que tenía su glande pegándole a su matriz. Gritó de júbilo, como siempre lo hacía. Asustó a Yak, y como siempre, la tuve que disculpar, pero la felicitaba. Se dejaba levantar y regresar a su posición de sentada, dándose sentones cada vez, con todo adentro y lanzaba sus pujiditos ...